Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de junio de 2025


Hazlo por , y por su pobrecita mujer, que es un ángel... las dos somos ángeles, cada una a su manera... Dime que lo harás... ¡Y luego te querré tanto...! No viviré más que para ti... ¡Qué felices vamos a ser!... tendremos niños... hijos tuyos, ¿qué te crees?...». Maxi, lelo y mudo, la miraba, y al fin sus ojos se humedecieron... Se deshelaba.

Hombre, en Chamberí... mi asilo... ¿Está usted lelo? ¡Ah! perdone la señora... cuando la obra, creí al pronto que era una obra literaria. Si no puede usted de un viaje, emplee dos. O tres, o cuatro... tantísimo gusto en ello... Si necesario fuese, naturalmente, tantos viajes como ladrillos...

Don José se quedó lelo, frío, inerte, cuando oyó estas palabras, pronunciadas claramente por Isidora: «Todavía soy guapa..., y cuando me reponga seré guapísima. Valgo mucho, y valdré muchísimo más». Luego empezó a recoger tranquilamente algunas prendas de ropa que estaban arrojadas en diversos lugares de la estancia, y con ellas formó un lío.

Navegando hacia Barcelona... En fin, la de acabose». Esto ocurría el 19. Bringas subió a su casa más muerto que vivo. Todo el día y los siguientes estuvo como lelo; no comía, no dormía, no hacía más que pedir noticias, abrazar casi llorando a los que las traían favorables, despedir a cajas destempladas a los que las referían adversas.

Pues bien, ¿te parece bonito que al tomar posesión de mi casa lleve colgado del brazo ese lindo dije de Juan Bou? A fe que me lucía... Miquis, estás lelo: yo no dónde tienes el talento, cuando dices ciertas cosas. ¡El pleito! Precisamente has nombrado un desorden fisiológico que me trae a la memoria otra de las más importantes medicinas que te voy a recetar. ¿Cuál? Resumamos.

¡Mam'rracho él! ¡Y tan mamarracho! Ni hay comparanza entre él y ... En fin, chico: tengo mucha prisa. Adiós. Hasta mañana». Aprovechando un momento en que el marroquí se quedaba como lelo, apretó a correr, dejándole arrimadito a la pared, junto a la tienda llamada del Botijo. Era la única forma posible de separación, dada la tenaz adherencia del pobre ciego.

A ratos me distraigo, me entra como un olvido, me quedo lelo sin saber dónde estoy ni lo que hago... Pues digo, ¿y cuándo pierdo la memoria y se me va de ella lo que más ?... estarás buena mañana; pero yo no a dónde voy a parar con estas cosas.

La primera cosa que excitó la atención naciente de la niña, cuando estaba en brazos de su niñera, fueron estos dos pasmarotes de semblante lelo y desabrido, y sus magníficos trajes morados. También había por allí una persona a quien la niña miraba mucho, y que la miraba a ella con ojos dulces y cuajados de candoroso chino.

Pero ¡ay!, lo que más que traje y sombrero me asombró, dejándome lelo delante de tan esclarecido concurso, fue la cara del mendigo, señores, su cara; porque sepan ustedes que era la del mismísimo lord Gray. Creí soñar, le miré mejor, y hasta que no me llamó saludándome, no me atreví a hablarle, temiendo padecer una equivocación.

Conozco la historia auténtica de un excelente Hispano-colombiano, solteron sencillo, que acostumbrado a ver las caras aceitunadas de su parroquia de indígenas, se vino á desaburrirse en Europa. Al llegar nomas á Southampton, el buen descendiente de Colombia, que nunca las había tenido tan gordas, se encontró lelo.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando