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Y no es raro que se presenten ocasiones favorables para amonestar con algun fruto; porque esos hombres con su imprudencia, suelen atraer sobre amargos disgustos, cuando no desgracias; y entónces, abatidos por la adversidad, y enseñados por experiencia dolorosa, suelen tener lúcidos intervalos de que puede aprovecharse un amigo sincero para hacerles oir los consejos de una razon juiciosa.

Sus pláticas con aquella muchacha tranquila y juiciosa le daban nuevos ánimos para trabajar; y él, que hasta entonces había vivido tranquilo e indiferente, amarrado a la noria de la dependencia, sin pensar en el porvenir, sentíase ambicioso, soñaba con una gran posición comercial, que compartiría con Tónica, y miraba la tienda de Las Tres Rosas con el mismo cariño del heredero ante una cosa que espera ha de ser suya.

Porque doña Lupe era tal y como su sobrino la pintaba en aquella breve consideración; era juiciosa, razonable, se hacía cargo de todo, miraba con ojos un tanto escépticos las flaquezas humanas, y sabía perdonar las ofensas y hasta las injurias; pero lo que es una deuda no la perdonaba nunca. Había en ella dos personas distintas, la mujer y la prestamista.

Este no es ni ha sido nunca el romanticismo de esos grandes maestros ni el de Alemania, porque pocas naciones, como Francia, disfrutan el singular privilegio de exagerarlo y desfigurarlo todo, como, por ejemplo, trocar la aversión razonable y sensata á los excesos y males del fanatismo religioso en odio y en persecución encarnizada al catolicismo y al cristianismo, las ventajas de una libertad política, prudente y juiciosa en una orgía eterna de desórdenes y de luchas de partido, y, en crítica literaria, la estimación y aprecio de las obras populares, aunque no clásicas, con la soberanía del desenfreno y del mal gusto.

Otras veces aparecía Tonet con un bulto en el vientre: la faja llena de altramuces y cacahuetes, comprados en casa de Copa; y siguiendo el camino lentamente, comían y comían, mirándose el uno en los ojos del otro, sonriendo como unos tontos sin saber de qué, sentándose muchas veces en un ribazo sin darse cuenta de ello. Ella era la más juiciosa, y le reprendía. ¡Siempre gastando dinero!

El interés y el efecto ganan mucho con cierta juiciosa irregularidad, y merced á ella los grandes monumentos árabes y góticos ofrecen cada vez que se los contempla nuevas bellezas.

El Cura, persona muy juiciosa y prudente, puso paz en ambos ejércitos, y la budística población volvió a su calma y tranquilidad habituales. Porras fué llevado a una reunión extraordinaria, especialmente convocada para que el incrédulo «Canta Claro» saliera de allí vencido «por los hechos». Así lo dijo en varios corrillos el sabihondo Jurado que era el más fanático de la cohorte nigromántica.

El celoso marido no sosiega, sin embargo, ni aun estando en la prisión su rival, puesto que sus amorosas canciones son repetidas por todos, y fuera de atraviesa el pecho del cantor arrojándole un dardo á través de las rejas de su prisión. En La Carbonera, según todas las apariencias, hay una juiciosa mezcla de la ficción con la historia.

Con estas fantasías en la cabeza y los ojos cerrados muy a menudo por no ver los abismos a mis pies, fui bajando la pendiente cómo y por dónde quiso mi caballejo, a cuya juiciosa firmeza me había entregado con ciega fe desde arriba, por encargo del propio Chisco, que me precedía caminando por el derrumbadero con igual desembarazo que yo por los pasillos de mi casa.

El cuñado había protegido su retirada, pero á pesar de esto, la sensible Elena gimió entre lágrimas pensando en el alemán: «¡Pobrecito! ¡Todos contra élMientras tanto, la esposa de Desnoyers retenía al padre en su despacho, apelando á toda su influencia de hija juiciosa.