Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de noviembre de 2025
Estas fuerzas que perdió el emperador, acrecentaron las de Rocafort, porque turcos, y turcoples igualmente le respetaban y reconocían por suprema cabeza, y con esta seguridad de verse tan obedecido, y amado de ellos, se desvaneció, y se hizo odioso á muchos, por la insolencia y poder absoluto con que lo gobernaba, y mandaba todo.
Núñez quedó suspenso y acortado ante aquel exabrupto, pero reponiéndose instantáneamente replicó: Porque eso, señorita, sería una insolencia. ¿Y el burlarse de los que están ausentes qué es? replicó Clara. Lo que usted quiera. Me entrego a las severas pero bellas manos de usted y sólo le pido que no me haga demasiado daño dijo Núñez con galantería un poco irónica.
Y recordaba, cómo por segunda vez sintió el instinto homicida al ver la sonrisa burlona con que acogió ella el recuerdo del pequeñuelo. ¡Ah, la cruel! ¡Con qué sencillez le había arrebatado la última ilusión, diciéndole que no era hijo suyo, comparando su belleza delicada con la de aquel tunante que llenaba su pensamiento! ¡Qué tirón tan doloroso en su alma!... Esta vez, Judith, á pesar de su insolencia, había sentido miedo ante el gesto desesperado de su viejo.
Y, sin embargo, es siempre natural cuando escribe, y se mantiene siempre libre del culteranismo y de la afectación hinchada, que invadía poco á poco la literatura. Otro de los rasgos característicos más notables de estas comedias, es su fina sátira, rayando en insolencia, que se manifiesta ya aisladamente, ya en la composición de todo el conjunto.
Y describía con rudeza la nueva vida del millonario. Todos le dominaban; todos estaban sobre él: la esposa, la hija, hasta aquel niño inaguantable de Urquiola, que le decía con la mayor insolencia: «Tío, no haga usted eso», «tío haga usted lo otro.» Por el momento, Sánchez Morueta sólo era el tío: pero no acabaría el año sin que el abogadillo le llamase papá.
Y cambiando repentinamente de tema y de tono, agregó: Tenía que decirte otra cosa, Ramón... y es que puedes tutearme como mis hermanitos y mis primos. Luego de pensarlo formalmente, Ramón contestó: Eso nunca, niña Lita. Mi mama diría que es una insolencia, y se enojará. Lita se encogió de hombros: Tutéame cuando tu mamá no te oiga.
El epicúreo por sistema, que en su pueblo insultaba sin pudor el decoro público, siendo mal marido y mal padre, ¿creeis que renunciará a su libertinaje cuando se vea elevado á la magistratura, y que de su corrupcion y procacidad nada tendrán que temer la inocencia y la fortuna de los buenos, nada que esperar la insolencia y la injusticia de los malos?
Pues que quieras o no quieras dijo Venturita retrocediendo de espalda hacia la puerta, me casaré. Doña Paula quiso castigar la insolencia; pero la niña salió precipitadamente, sujetó la puerta, y entreabriéndola después, dijo con acento rabioso: ¡Me casaré! ¡me casaré! ¡me casaré! Al día siguiente, Gonzalo recibió una carta de ella, que decía: «Ayer hablé con mamá. Se ha enfadado mucho.
Un día en que su criada, la misma á quien toleraba tan extrañas familiaridades, le contestó no sé qué insolencia, se arrojó á ella, la tiró al suelo y por poco la hiere gravemente. En aquellos momentos, decía, sería capaz de matar y no tendría miedo á un hombre.
»Doña Marcela está con esto que trina, porque gusta de ser desdeñosa sin que el desdén parezca forzado, y porque no acepta la tutela o mejor dicho el cautiverio en que galán tan crudo la tiene. »A fuerza de oír tales cosas, pues no es otro el principal asunto de las más frecuentes conversaciones de por aquí, pronto comenzó a hervirme la sangre contra la insolencia de Currito el Guapo.
Palabra del Dia
Otros Mirando