United States or Slovenia ? Vote for the TOP Country of the Week !


En esta estrecha hendidura, invisible de lejos, á no ser por la verdura de sus orillas, todas las cualidades del suelo, todos los contrastes de sequía y humedad, todas las diferencias de la sombra y el sol se encuentran en yuxtaposición y, como consecuencia, numerosas plantas, desterradas de vulgares terrenos de cultivo, hallan en este rincón, respetado por el hombre, el ambiente propio para su desarrollo.

D. Gabriel añadió alzando la voz qué hendidura tan grande es esa que hay en el techo? Inés, si es verdad lo que me dices, dímelo otra vez, y alza la voz. Quiero que lo oigan doña María, D. Diego y los murciélagos. Calla; por haber estado tanto tiempo sin verme, merecerías... a ver, ¿que merecerías?

Toda la vida del país estaba reconcentrada en la ancha hendidura abierta por las aguas que forma la línea fronteriza entre la Pampa y la Patagonia. Las dos cintas de terreno de sus orillas representaban miles de kilómetros de suelo fértil aportado por el río en su viaje de los Andes al mar.

Los que han entrado no han vuelto a salir, y es lástima, porque nos hubieran dicho qué pasaba allá dentro. La boca de esa caverna hállase a bastante distancia de nosotros; pero hace dos años los mineros, cavando en este sitio, descubrieron una hendidura en la peña, por la cual se oye el mismo hervor de agua que por la boca principal.

Aquí una pequeña capa de agua se extiende sobre una roca cubierta de verdoso limo y luego resbala por un asiento inclinado rodeado de helechos, ocultándose furtivamente por entre dos ramas de sauce que se inclinan hacia el líquido. Más lejos un pequeñísimo hilo de agua, contenido en una pequeña hendidura, corre, centellea y murmura en mi caída.

Hasta los lagos quedaron sepultados: el hielo de su superficie tiene encima enormes capas de nieve, y á veces no se sabe encontrar el sitio de sus cuencas. Si acaso, alguna hendidura permite ver en el fondo de un abismo la superficie del lago, tranquila, negra, sin su reflejo: parece un pozo, una sima sin fondo.

Su amigo continuaba pensando en Julio. ¿Cuándo le encontraría?... Se detuvieron junto á una ventana de ametralladora, manteniéndose, por recomendación de los militares, á ambos lados de la hendidura horizontal, ocultando el cuerpo, avanzando la cabeza prudentemente para mirar con un solo ojo. Vieron una profunda excavación y el borde opuesto del suelo.

Nunca había yo tenido el gusto de ver árbol más fuerte y mejor colocado para luchar heroicamente con la borrasca: largo tiempo lo estuve contemplando, pero poco á poco lo acercarse á y achicarse al propio tiempo. Cuando el sol vencedor disipó la niebla, el soberbio tronco quedó reducido á débil arbolillo nacido en una cercana hendidura de roca.

El barón y Roger, profundamente conmovidos, siguieron con la vista, inclinados sobre las rocas, el peligroso descenso del joven escudero. Llegado había éste á corta distancia y trataba de apoyar el pie en una hendidura de la roca, cuando recibió la primera descarga de los honderos enemigos. Una de las piedras le alcanzó de lleno en la sien y extendiendo los brazos cayó desplomado al abismo.

Deseamos hablarle. ¿Promete usted no hacer fuego hasta habernos oído? ¿Tengo el gusto de hablar con el señor Dechard? pregunté. No importa el nombre. Pues entonces prescindan ustedes del mío. Corriente. Tengo que hacerle a usted una proposición. Yo seguía mirando por la hendidura y vi que mis enemigos habían subido dos escalones y que tres revólvers apuntaban a la puerta. ¿Nos deja usted entrar?