Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de mayo de 2025


Inés no cesaba un momento de gemir, y tanto a mi compañero como a nos mostraba repugnancia, ordenándonos que la dejáramos sola, porque no quería vernos, y que la matáramos, porque no quería vivir. Su desesperación llegó a tal punto, que no la podíamos contener, y se nos escapaba de entre los brazos, diciendo que pues no le era posible salvaros la vida, quería daros a entrambos sepultura.

9 Yo no soy cantor letrao, Mas si me pongo a cantar No tengo cuándo acabar Y me envejezco cantando: Las coplas me van brotando Como agua de manantial. 10 Con la guitarra en la mano Ni las moscas se me arriman, Naides me pone el pie encima, Y cuando el pecho se entona, Hago gemir a la prima Y llorar a la bordona.

Luisa, arrojándose en brazos de Gaspar, exclamó: ¡Gaspar, no te vayas! ¡Quédate con nosotros! El joven se puso muy pálido, y dijo: Soy soldado; me llamo Gaspar Lefèvre; te amo mil veces más que a mi vida; pero un Lefèvre cumple siempre con su deber. Desasiose el joven de los brazos de su novia; Luisa se recostó sobre la mesa y comenzó a gemir en alta voz.

Matnog se deriva de matanog, que significa ruido, sonoridad. Sin duda se le llamó así por el monótono y triste gemir que produce en aquellos mares al romper en la playa. Confina aquel pueblo por NE., con Bulusan, y por O. con Bulan: distando del primero 29 kilómetros y 32 del segundo, la mayor parte de bosque. Está situado en el Estrecho de San Bernardino, que lo separa de las costas de Samar.

¡Y pensar que ha habido exaltados que mataron á jefes de gobierno buenos ó insignificantes!... ¡Y ni uno solo se le ocurrió suprimir al kaiser! Que no me hablen de los anarquistas... No creo en ellos. Esta explosión de ira se desvaneció inmediatamente. Otra vez su dolor desesperado la hizo gemir.

¡Virgen de la Soleá! ¡Mis hijos!... ¿Qué van a comé los pobres churumbeles si su pare no pué picá?... Carmen se levantó. ¡Ay, no podía más! Iba a caer desplomada si seguía en aquel sitio obscuro estremecido por ecos de dolor. Necesitaba aire, ver el sol. Creía sentir en sus propios huesos el mismo suplicio que hacía gemir a aquel hombre desconocido. Salió al patio.

Abrió los brazos en toda su extensión, y, sonriendo a ese reflejo de felicidad con que lo inundaba el recuerdo de las recientes horas, exclamó: ¡Que haga la prueba! ¡Con estas mis manos la alzo y me la llevo a casa! ¡Puesto que Marta ha dicho «yo querría ver que alguien se opusiera! Y de puntillas, para no despertar a sus padres, subió la escalera que no por eso dejaba de gemir bajo su peso.

Dominando el rumor del aire entre los pinos que agitaba, el murmullo de la rápida corriente del río y el chisporroteo del fuego, oyose un grito agudo, quejumbroso, un grito al que no estaban avezados los habitantes del campamento de Campo Rodrigo. Las hojas cesaron de gemir, el río cesó en su murmullo y el fuego de chisporrotear: parecía como si la Naturaleza hubiese suspendido sus latidos.

Y es tan pernicioso para ellos el movimiento, que si España no logra pararle, los llevará al suicidio colectivo, ó á gemir bajo el yugo de un presidente ó de un emperador negro ó á la desaparición en la isla, de su lengua y de su casta, cuando toda, si triunfan, sea yankee, dentro de poco. A fin de impedirlo, sacrifica hoy España sus hombres y su dinero.

Después venía el ruido rápido que producen las trencillas del corsé al deslizarse por entre los ojetes metálicos; luego caían sobre la alfombra las ropas, con gemir de ola en playa, oíase el murmullo de las frases ahogadas en besos, y en seguida comenzaban esos primores de refinamiento amoroso que condenan los hipócritas y disculpan los sabios. ¡Cómo los recordaba!

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando