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Actualizado: 21 de octubre de 2025
Los oficiales de marina son galantes, y una mujer hermosa puede ganarse su afecto.» Ella había pretendido desobedecer. ¡Ir á Francia, donde eran conocidos sus trabajos de antes de la guerra!... ¡Volver al peligro cuando ya se había acostumbrado á la vida segura en los países neutrales!... Pero sus intentos de resistencia no llegaban á realizarse.
Ya sé que son chicos muy galantes esos empresarios y sus amigos: ellos pagan para que ustedes bailen todo el año gratis. Cabal. Y tan buenas somos nosotras como las señoritas que hacen lo mismo. Ya se ve que sí. Me parece que La Nata y Flor y El Órgano, no tienen nada que envidiar á ningún baile. Sobre todo en caras bonitas y cuerpos de sal y pimienta. Es que, como usté decía....
Cuando se hubo repuesto un poco, Celesto se atrevió a proponerle una salida nocturna a caza de aventuras galantes por los caseríos comarcanos: el cura no se enteraría de nada: tampoco D.ª Rita: después que todos se hubiesen retirado, él colocaría una escalera de mano debajo de la ventana, y por ella bajaría y subiría sin que alma alguna lo advirtiese. Pero no aceptó la proposición.
Viviendo en la corte más brillante de Europa de aquella época, en comercio inmediato con un Rey ilustrado, entre gentes que también lo eran y conocedoras del mundo, entre galantes caballeros y damas seductoras, ¿era posible que Calderón hiciese vida de anacoreta, y que no le ocurriese ninguna aventura novelesca, ni tomase tampoco parte en ningún desafío? . La dicha del amor afortunado, los tormentos del no correspondido, la rabia de los celos, todos esos sentimientos, que pinta con una verdad tan elocuente, ¿había de conocerlo sólo por intuición poética, y no por su propia experiencia?
La pava se pela siempre, porque así lo quieren las costumbres galantes. Acaso el galan ha hecho una larga visita durante el dia, ó la hará mas tarde á la familia de la señorita ó chica; y con todo, la visita al pié de la reja es indispensable, á prima noche por lo regular. ¡Ay del galan que se olvide un día de la pava que hay que pelar!
En la primera mocedad, dotado D. Fadrique de tales prendas, y siendo además bello y agraciado de rostro, de buen talle, atrevido y sigiloso, consiguió que lloviesen sobre él las aventuras galantes, y tuvo alta fama de afortunado en amores. Después de terminada la rebelión de Tupac-Amaru ascendió á capitán de fragata, y su reputación de buen soldado y de sabio y hábil marino llegó á su colmo.
Luis XIV no tenia necesidad de otro monumento que Versalles, para que la fama le festejara con el epíteto de uno de los reyes más galantes que conoce la historia. En este momento sentimos que llaman á la puerta de nuestro cuarto; abro y me doy de cara con un ingeniero español, á quien vi ayer en una de las salas de Horacio Vernet.
Don Silvestre recordaba entonces que en su pueblo se honraban las mozas con sus pellizcos, que sólo el temor á las lenguas de las envidiosas le hacían economizarse en las empresas galantes; y lanzando un suspiro angustioso, abandonaba su puesto favorito y marchaba hacia su casa, preguntándose por los placeres de la corte, y suspirando por el aire de su aldea;
Estos franceses murmuró doña Brianda, con la severidad de una dueña, más que galantes, parecen deschabetados. El hecho es dijo don Fernando a Pablo, como para cortar la conversación, que nos encontramos muy bien en tu casa y que gozaremos algún tiempo de tu castellana hospitalidad.
Las respuestas que ella da á sus propósitos galantes, están llenas de sencillez y de fina ironía; pero son tan decisivas, que el galán no puede ocultarse las graves dificultades que encontraría en la realización de sus deseos, y, sin embargo, al despedirse no vacila en declarar que no renuncia á los planes formados contra ella.
Palabra del Dia
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