Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de julio de 2025


Tragomer recordaba que lo único que se podía reconocer en la cara destruída de la muerta era una boca que dibujaba con sus blancos dientes una sonrisa siniestra. Juana Baud tenía la misma boca que Lea Peralli. ¿Quiere usted, dijo Tragomer, confiarme esta fotografía? Me haría usted un buen servicio. Me comprometo á devolvérsela á usted antes de dos días.

Guardó de nuevo la fotografía en el cajoncito de su mesa, pero, al hacerlo, mis ojos alcanzaron a distinguir dentro una carta de juego, el siete de bastos, con algunas letras escritas en ella de la misma manera o muy similares a las que había en la carta que yo tenía guardada en mi bolsillo. Le hice alusión, pero se sonrió simplemente y cerró en el acto el cajón.

Esas letras mayúsculas, casi borradas, fueron trazadas por él a bordo del «Annie Curtis», y conservó seguro su secreto hasta su muerte. Lo que él me refirió confidencialmente, no lo manifesté jamás a nadie hasta... vamos, hasta que Burton Blair me obligó a hacerlo esa noche en que reconoció esta casa por la fotografía sacada por Poldo, y me encontró de nuevo. ¡Lo obligó! exclamó Reginaldo. ¿Cómo?

Me parecía ser el juguete de una ilusión, de un encantamiento sin nombre ni semejanza, en cuyas sombras, luminosas vagaba la espléndida imagen de Colombia; pero luego, al sacudir el mágico estupor me decía: No! esto es todo verdad; es la realidad del progreso; es la fotografía admirable de este ser múltiple, imperecedero, divino, conducido por la mano de Dios en su peregrinación al través de los siglos, que tiene por nombre HUMANIDAD, y que va elaborando dia por dia, momento por momento, sobre la faz entera del globo, esa inmensa obra de luz, fuerza, vida y bienestar que nos protege á todos y se llama la CIVILIZACION!...

Sobre esta fotografía se eleva, surgiendo del marco e inclinándose sobre el retrato, una fina y dorada pluma de pavo real; y esta pluma es como un símbolo de esta mujer altiva, desdeñosa, con su eterno gesto de displicencia que perpetuó Velázquez, que perpetuó Carreño, que perpetuó Del Mazo. El segundo cuadro es una litografía francesa. Se titula La Música; representa una mujer que toca un arpa.

Y no era ese tampoco el propósito de la fotografía, por bajo de la cual había este letrero: mi modo de vivir en Oriente. En otra fotografía más pequeña, aparecía ya el joven señor con más claros pormenores. Estaba él solo, de cuerpo entero, pero sin accesorio ninguno.

Todo su empeño era hallar una fotografía. Me pidió noticias: una gran tarjeta, que estaba en el cajón de los cigarros y que yo había debido ver. Le dije que sabía dónde estaba; el señorito la había puesto el día anterior en su saco de viaje.

Mira, hermana, mi amigo es tan rico y abundan tanto en su casa los objetos de toda laya, que lo mismo que aparece como indostaní en la fotografía, hubiera podido aparecer griego del tiempo de Pericles, magnate egipcio de la época de los Faraones o de los Ptolomeos, Mirza contemporáneo de Hafiz o señor feudal del siglo de la primera cruzada.

Cuando tenga el gusto de ser presentado á las señoras, les daré las señas de mis proveedores... Yo uso en mi casa esencias de Turquía: tengo muchos amigos allá... Al terminar la guerra haré un envío á la familia. Sus ojos se habían fijado en algunos retratos colocados sobre una mesa. El conde adivinó á Madama Desnoyers viendo la fotografía de doña Luisa. Luego sonrió ante el retrato de Chichí.

Afirmó solemnemente que Bruno se las había dado como un regalo de moribundo, y que la razón que tenía para buscarme era porque el viejo bandido, antes de morir, pidió ver la fotografía que estaba en su cofre de a bordo, y contemplándola un largo rato, le dijo en italiano, reflexivamente: «En esta casa vive el único hombre que conoce mi secreto

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando