Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de junio de 2025


CLEOPATRA. Pero el sitio no es nada bonito. CLEOPATRA. Claro, montañas, hondonadas... En suma, una cosa estúpida. Esta piedra tan grande, por ejemplo, ¿qué hace aquí? ¡Quitadla! CLEOPATRA. ¡Y luego esos árboles! No, esto es muy feo. Me ahogo aquí. Vos mismo estáis avergonzado, no podéis negarlo. Pero me parece que debo daros una respuesta. ESCIPIÓN. ¿Una respuesta?

CLEOPATRA. No tengo nada que confesar. Soy víctima de una calumnia. MARCIO. ¡Señor profesor, estamos esperando! ESCIPIÓN. ¡Date prisa, te lo suplico! ¡Confiesa! ¡Oh, Júpiter, ya abre la boca! Esperad, señores sabinos: confiesa. Tapadle la boca a vuestro profesor, puesto que confiesa. CLEOPATRA. Bueno, confieso. El asunto está arreglado.

ESCIPIÓN. Confieso, señora, que es una cuestión peliaguda. Permitidme consultar con mis camaradas. CLEOPATRA. Hacedlo. ESCIPIÓN. ¡Señora! CLEOPATRA. Soy toda oídos. ESCIPIÓN. Mis camaradas, los señores romanos de la antigüedad, tras una larga deliberación, me han encargado que os diga que tendréis nuevos niños. ESCIPIÓN. ¡Lo juramos! ¡Juremos todos, señores!

Tenéis un pico de oro, sabéis adoptar elegantes posturas; pero decidme: ¿qué haríais si quisieran raptarnos durante la noche? ESCIPIÓN. Velaremos la noche entera. Además, espero que vosotras no querréis marcharos. VERÓNICA. ¿Por qué están tan lejos? ¡Yo quiero que se acerquen! VOCES FEMENINAS. ¡Por favor, detenedla! CLEOPATRA. ¡Tiene gracia lo seguro que estáis de vosotros mismos!

ESCIPIÓN. Entonces... entonces, ¡podéis largaros! CLEOPATRA. ¿Cómo? ESCIPIÓN. , podéis largaros todas. Id a buscar a vuestros maridos. Estamos hasta la coronilla. ¡Por la cabeza de Hércules! Si hemos fundado a Roma, no ha sido para volvernos después locos con vuestra estúpida argumentación. CLEOPATRA. ¿Estúpida? ESCIPIÓN. ¡Idiota, si os parece poco! ESCIPIÓN. ¡Oh, Júpiter! ¡Está llorando!

En la edad antigua, aun más antigua que la actual, cuando las aves y los insectos revoloteaban sin temor bajo los rayos del sol y no se conocía aún el crimen... MARCIO. ¡Escuchad! ¡Escuchad! ESCIPIÓN. ¿No habría modo de abreviar un poco? MARCIO. No, no es posible. ESCIPIÓN. Pues se dormirán. MARCIO. ¿Creéis? ESCIPIÓN. ¡Claro!

ESCIPIÓN. Desde luego. Somos raptores; tenéis razón que os sobra para llamárnoslo. MARCIO. Pero acaso no estéis por completo convictos. En ese caso, el señor profesor se encuentra dispuesto... ¿No es verdad, señor profesor? ESCIPIÓN. ¡No, no! No vale la pena. Estamos por completo convictos. Decidle, señores romanos, que estáis de acuerdo con él, porque, de lo contrario, va a comenzar de nuevo.

Animaos, dominaos, calmaos; contened la cólera sagrada que rebosa en vuestros corazones y esperad tranquilos el fatal desenlace. ¿Recordáis lo que os ha traído aquí? MARCIO. ¡Recordadlo! Creo que no ha sido por dar un paseo por lo que hemos venido con esos pesados libros. ¿Con qué objeto hemos venido aquí? ¡Decidlo! ESCIPIÓN. ¡Verdaderamente, señores, debéis responder cuando se os pregunta!

Dejadlos hasta que se hayan hecho cargo de la distribucion de las piezas, y cada cual haya podido entregarse á los impulsos de su inclinacion favorita. El gran Gonzalo leerá con preferencia las hazañas de Escipion en España, desbaratando á sus enemigos con su estrategia, aterrándolos con su valor, y atrayéndose el ánimo de los naturales con su gallarda apostura y conducta generosa.

EL GRUESO ROMANO. Yo me he reído ya bastante. Ahora les toca a los demás. ¡, Pablo, anda! ¡Qué monstruo! ¿No ves que la mía está durmiendo aún? Mira, allí, al lado de la piedra; es mi bonísima chiquilla. ESCIPIÓN. De nuestra actitud indecisa e inquieta infiero, señores romanos, que ninguno de vosotros se atreve a acercarse solo a esas criaturas implacables. Voy a proponeros un plan...

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando