United States or Kiribati ? Vote for the TOP Country of the Week !


El día siguiente lo pasó por entero en el mar con el tío Ventolera. De vuelta a su vivienda encontró fría sobre la mesa la cena que le había traído el Capellanet. Unas cruces y el propio nombre de Febrer grabados en el muro a punta de acero le revelaron la visita del atlot. El seminarista no podía permanecer quieto teniendo un cuchillo al alcance de su mano.

Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento. Llegó por fin al rancho, y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de tensa.

Había reflexionado mucho sobre este punto en las horas de silencioso dormitar, cuando iba de viaje con la cuadrilla, encontrando un argumento incontestable, producto por entero de su pensamiento. ¿Cómo iban a ser todos los humanos descendientes de una pareja única?...

Allí mismo, con toda solemnidad, me impuse el juramento de dejar Colón, renunciando a Panamá, al canal, al mundo entero, en el primer barco que zarpase, sin importarme para dónde. Cómo pasé esa noche, ¿a qué decirlo? Al alba estaba en pie, me ponía en campaña y sabía que dos días después partía para Nueva York el vapor Alene, de la compañía Atlas.

No le seducían sus ojos por expresivos, ni su boca por fresca, ni su talle por esbelto, sino toda ella por cierta atmósfera de melancolía que, circundándola como un ropaje ideal, daba a sus ojos apacible tristeza, y a su boca sonrisa resignada, y a su cuerpo entero una dejadez y laxitud en mayor grado poderosas y excitantes que la más espléndida hermosura o la más astuta coquetería.

En general, el amor es eso, sobre todo en las personas muy jóvenes, que no tienen preocupaciones espirituales; un instinto más cercano a la crueldad y al odio que al afecto tranquilo. El sol brillaba en las calles desiertas, el cielo estaba azul, el mar, tranquilo. ¿Qué hacer? El mundo entero me parecía inútil.

Oh malheureux enfant, je vous mettrai en cachotEra delicioso oírle pronunciar el francés. «Tenía razón la pobrecita concluía riendo , porque yo era un bicharraquillo muy maloEn aquellas noches me enteró también de los pormenores de su profesión. Estaba tan aburrida en casa, que resolvió volverse al convento. No quería, sin embargo, profesar.

Pero necesito muchas cosas para pasar la frontera: dinero, pasaportes, y no tengo nada de eso. Nada le faltará si usted conviene a la señora. Pero sería conveniente permanecer en París aunque no fuese más que una o dos horas. Eso es fácil. No me ocurriría nada aunque pasase un día entero. Seguramente. Si nos arreglamos, yo quisiera poner otro nombre en mi pasaporte.

Debe de estar en la cocina. Que suba inmediatamente. Entró en el boudoir, y yendo al espejo de cuerpo entero sostenido por dos pies derechos de madera dorada, se despojó del sombrero. Era el gabinete una pieza reducida, vestida toda ella de raso azul con cenefas de cartón-piedra imitando una guirnalda de flores.

Cuando llegaron a la puerta de la Alegría, el baile estaba en todo su esplendor. Los «Tenorios» hacían una mella terrible en aquellas Ineses de media tinta y de color entero.