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25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 28 Habéis oído cómo yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros.

Pero se repuso inmediatamente de esta impresión de desagrado. All right! Usted me enseñará el español y yo le perfeccionaré en el inglés. Se adivina que lo aprendió en Londres. Los americanos lo hablamos mejor; eso lo sabe todo el mundo.

21 Porque ¿qué deleite tendrá el de su casa después de , siendo cortado el número de sus meses? 22 ¿Por ventura enseñará él a Dios sabiduría, juzgando él las alturas? 23 Este morirá en la fortaleza de su hermosura, todo quieto y pacífico. 24 Sus senos están llenas de leche, y sus huesos serán regados de tuétano. 25 Y este otro morirá en amargura de ánimo, y no habiendo comido jamás con gusto.

Como si no tuviese ya duda de que el joven iba á ser su acompañante, Elena empezó á reir con una risa algo maliciosa. Además, en nuestros paseos me enseñará usted á tirar el lazo. ¡Cómo deseo poseer esa habilidad!... Se dió cuenta inmediatamente de lo inoportunas que resultaban sus palabras.

Las tres mujeres se rieron mucho también de aquella salida tan fina, e Izquierdo, rascándose la noble frente, dijo así: «La señorita... a cuenta que ahora le enseñará a no soltar exprisiones». Buena falta le hace... En fin, vámonos.

La botánica le enseñará el conocimiento de las plantas. ¿Tengo yo cara de herbolario? Las que son de comer, guisadas me las han de dar. La zoología le enseñará a conocer los animales y sus... ¡Ay! ¡Si viera usted cuántos animales conozco ya! La mineralogía le enseñará el conocimiento de los metales, de los... Mientras no me enseñe donde tengo de encontrar una mina, no hacemos nada.

Le daban vergüenza aquel guante y aquel dedo minúsculo, tímido, desamparado; pero no tenía fuerza para levantar la mano. «¡Muy bien! ¡Muy bien! pensaba Krilov . Estoy muy contento. De buena gana huirías; ¡pero no, pequeña! Será una buena lección para ti. Esto te enseñará a ser más prudente. ¡La vida no es lo que te creíasSe imaginó la vida de aquella muchacha.

Ha, espero que me la enseñará vm., dixo el ingenuo Candido. Ya la verá vm., dixo Cunegunda, pero sigamos el cuento. Siga vm., replicó Candido.

Yo te lo voy a enseñar bien a usted, patrón le decía. Tiene tiempo respondía Cooper. Pero en esos días abrumadores la visita de Fragoso avivando el recuerdo de aquello Cooper le entregó su perro a fin de que le enseñara a correr. Corrió, sin duda, mucho más de lo que hubiera deseado el mismo Cooper.

Los únicos hombres honrados que tiene la República son Rivadavia y Paz: «ambos tenían las más sanas intenciones». A los unitarios sólo exige un secretario como el doctor Ocampo, un político que redacte una Constitución, y con una imprenta se marchará a San Luis, y desde allí la enseñará a toda la República en la punta de una lanza.