Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de mayo de 2025
En el pórtico encontró Ana al Magistral. Don Fermín estaba pálido; lo vio ella a la luz de una cerilla que encendieron por allí. Cuando volvió la obscuridad, De Pas se acercó a la Regenta y con una voz dulce en que había quejas le preguntó: ¿Se ha divertido usted en misa? ¡Divertirme en misa! Quiero decir... si le ha gustado... lo que tocan... lo que cantan....
Encendieron fuego en seguida, le aplicaron a papeles y a trapos que había en la base del montón, y muy pronto con feroz alegría vieron surgir el humo y las llamas. Luego penetraron en el harén dispuestos a destruirlo todo y a dar muerte a las mujeres para que no fuesen profanadas y ultrajadas por el vulgo.
Ramiro dijo brevemente lo que había leído en las historias sobre aquellos amores, y a él mismo le pareció que sus palabras diseminaban lúbrico perfumo. Las pupilas de Beatriz se encendieron. Uno y otro fijaron la mirada en las dos galantes figuras, y sus retinas sólo tomaron el vivo bermellón de aquellas dos bocas intactas, que parecían retardar la voluptuosa caricia en los años.
No; en los tuyos no será porque no me quieres como yo te quiero.... Ya lo verás. Ya lo veremos. El amor y la dicha de ser amada embellecían a la joven. Nunca más hermosa. Su pálido rostro tomó suaves tintas de rosa; sus labios, antes descoloridos, se encendieron, y sus negros y brillantes ojos fulguraban, húmedos y alegres. Ella, siempre tan modesta y enemiga de galas, se tornó presumidilla.
A Rosalía se le encendieron los espíritus cuando vio los billetes. Pero se le llenaron de tinieblas cuando la condenada chica de Sánchez volvió a meter el dinero en lo profundo, y moviendo la cabeza, le dijo: «¡Ay!, no puedo, señora, no puedo...».
Inmediatamente corrió a dar parte a los amigos de su descubrimiento. Los fardos que llevaban las mulas tenían mantas, y extendiéndolas y sujetándolas por un extremo en la choza de los carabineros y por otro en unas ramas, improvisaron un cobertizo para las caballerías. Puestas en seguridad la carga y las mulas, entraron los tres en la casa de los carabineros y encendieron una hermosa hoguera.
8 La tierra se removió, y tembló; los fundamentos de los cielos fueron movidos, y se quebrantaron, porque él se airó. 9 Subió humo de sus narices, y de su boca fuego consumidor, por el cual se encendieron carbones. 10 Y bajó los cielos, y descendió; una oscuridad debajo de sus pies. 11 Subió sobre el querubín, y voló; se apareció sobre las alas del viento.
Aquella misma mañana concurrieron los demás al alcázar donde comieron; y al toque de vísperas se encendieron los blandones, y en las paredes de las calles por donde el Rey habia de pasar desde la ALJAFERIA, estaba escrito y señalado á cada uno su puesto. Montaner dice que solo de los de Valencia hubo 150 blandones de doce libras.
Las hachas de viento se encendieron y comenzó una especie de escena infernal. Este le empujaba de un lado, aquel del otro, querían llevarle en vilo; pero fue preciso arrastrarle, y en tanto llovían los palos sobre el infeliz caballero y los dos o tres cruzados que salieron en su defensa. ¡Viva el valiente, el invencible D. Pedro del Congosto, que ha matado a lord Gray!
Terminada la comida, el Capitán y el piloto encendieron sus pipas, dando en seguida la orden de marcha, que emprendieron al punto, sin abandonar la segunda tortuga, que debía constituir el alimento del siguiente día. Caminaron de prisa, pero con cautela, y a medio día llegaban al lugar de la orilla del río donde esperaban encontrar la chalupa.
Palabra del Dia
Otros Mirando