Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de junio de 2025
MÁXIMO. Chica, ¿sabes qué este arroz está muy bien, pero muy bien hecho...? ELECTRA. En Hendaya, una señora valenciana fue mi maestra: me dio un verdadero curso de arroces. Sé hacer lo menos siete clases, todas riquísimas. MÁXIMO. Vaya, chiquilla, eres un mundo que se descubre... ELECTRA. ¿Y quién es mi Colón? MÁXIMO. No hay Colón. Digo que eres un mundo que se descubre solo...
ELECTRA. Pues sí. Ya sé lo que me espera: la soledad de un convento... MÁXIMO. Me temo que sí. De ésta no escapas. Digo, sí: te escapas... te salvaré yo... ELECTRA. Me has prometido ampararme. MÁXIMO. Sí, sí... Pues no faltaba más... Y ¿qué piensas hacer? dímelo... MÁXIMO. Ya verás... la cosa es grave... ELECTRA. Hablas con la tía... y...¿qué más? MÁXIMO. Pues... hablo con la tía...
Invitados por los de Requesens al reparto de premios y al almuerzo en Santa Clara, ignoran el saltito que ha dado la muñeca de su casa a la mía. ELECTRA. Tú me aconsejaste que me insubordinara. MÁXIMO. Sí tal: yo he sido el instigador de tu delito, y no me pesa. ELECTRA. Mi conciencia me dice que en esto no hay nada malo. MÁXIMO. Estás en la casa y en la compañía de un hombre de bien. Cierto.
Yo quiero que lo seas. ELECTRA. Así me adorno para divertir a los chiquillos. ¡Si viera usted cómo se ríen! Pues un niño muerto. Así adornan a los niños cuando los llevan a enterrar. PANTOJA. Para simbolizar la ideal belleza del Cielo a donde van. No, no quiero parecer niño muerto. Creería yo que me llevaba usted a la sepultura. PANTOJA. Yo no te entierro, no. Quisiera rodearte de luz.
ELECTRA. Mademoiselle Lulú y yo pasamos el rato contándonos cositas. Hoy está desatinada. Lulú, ¡qué linda eres! Pero él es más bonito. ¡Qué feliz será mi amor contigo, y yo con los dos! MARQU
Electra, adorada niña, responde: ¿tu corazón y tu conciencia te dicen que entre todos los hombres que conoces, los que aquí ves y otros que no están presentes, sólo a ese, sólo a ese sujeto respetable debes obediencia y amor? MARQU
Sí; pero he vuelto, hija mía. Tengo que hablar con usted. ELECTRA. Por Dios, ¿qué es? Electra, yo conocí a su madre de usted. ELECTRA. ¡Ah! Mi madre fue muy desgraciada. CUESTA. ¿Qué entiende usted por desgraciada? ELECTRA. Pues... que vivió entre personas malas que no le permitían ser tan buena como ella quería. CUESTA. ¡Oh!
Porque eres una señorita, y las señoritas no pueden permanecer solas en la casa de un hombre, por muy decente y honrado que éste sea. ELECTRA. ¡Pues estamos divertidas, como hay Dios, las pobres señoritas! Estás atinadísima. ELECTRA. Y sobre todo, contenta. Cuando hay alegría todo se hace bien. MÁXIMO. Verdad, clarísima verdad. ELECTRA. ¿Eso es un crisol?
EVARISTA. Basta... Eso ya no es inocente. CUESTA. Evarista, indulgencia. ELECTRA. Tía, no se enfade usted... EVARISTA. ¡Que no me enfade! Ya te arreglaré, ya. Corre a vestirte. Casi es la hora. ELECTRA. En un instante estoy... EVARISTA. Anda, anda. Ya ve usted, Leonardo... CUESTA. La tranquilidad con que se ha dejado sorprender sus secretos revela que hay en todo ello poca o ninguna malicia.
ELECTRA. Chist... Lo más seguro es dejarle en tu cuarto hasta la noche. ¡Vaya, que tener yo que ir a esa maldita inauguración! Electra... ELECTRA. ¿Estorbamos, Don Leonardo?... CUESTA. No, hija mía. Me hará usted el favor de esperar un poquito... hasta que yo termine esta carta. Tengo que hablar con usted... ELECTRA. Aquí estaré, señor. PATROS. ¡Y el pelito rizado, y las patitas...!
Palabra del Dia
Otros Mirando