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Actualizado: 13 de junio de 2025


Tonino Tenorini, alias el Magno, había salido no se sabe de dónde; algunos decían que había venido al mundo, como Castor y Pollux, dentro de un huevo, no de cisne, sino de ruiseñor. Su espléndida y ruidosa carrera empezó en Nápoles, donde había eclipsado enteramente al Vesubio. Después pasó a Milán y de allí sucesivamente a Florencia, San Petersburgo y Constantinopla.

Ya estás enterado repuso el primero que había tomado la palabra; ahora estás en el deber de justificar tu madrugón y de decirnos por qué te has eclipsado estos dos meses. ¡Bah!

Glocester se sintió eclipsado de tal modo, que hasta creyó tener frío, como si de pronto se hubiera escondido el sol.

Mas cierta agitación inexplicable hacía prever alguna desdicha. Llegaron septiembre y octubre. La turbamulta de visitantes que sólo pide sonrisas al mar, habíase eclipsado. En cuanto á , allí me estaba, clavado á causa de mi obra no terminada, á la par que por el singular atractivo que tienen esas estaciones intermedias.

Y, con venia de ustedes, también se han eclipsado el pajuelero o vendedor de mechas azufradas, el puchero o vendedor de puntas de cigarros, el anticuchero y otros industriosos. Digresiones a un lado, y volvamos a Mariquita.

Hasta el indisputable mérito de donna Olimpia, su talento, su belleza y la fuerza misteriosa que había en todo su ser para dominar y cautivar a cuantos la veían y trataban, si bien complacían a Morsamor cuando pensaba que era suyo aquel tesoro, le ofendían más a menudo al considerar que su brillo atraía las miradas, la voluntad y la admiración de las gentes, y a él le dejaba obscurecido y como eclipsado.

Había en este entretanto vuelto Dorotea en , y había estado escuchando todas las razones que Luscinda dijo, por las cuales vino en conocimiento de quién ella era; que, viendo que don Fernando aún no la dejaba de los brazos, ni respondía a sus razones, esforzándose lo más que pudo, se levantó y se fue a hincar de rodillas a sus pies; y, derramando mucha cantidad de hermosas y lastimeras lágrimas, así le comenzó a decir: -Si ya no es, señor mío, que los rayos deste sol que en tus brazos eclipsado tienes te quitan y ofuscan los de tus ojos, ya habrás echado de ver que la que a tus pies está arrodillada es la sin ventura, hasta que quieras, y la desdichada Dorotea.

La gloria de este poeta empezó cuando vivía y escribía sus dramas. Después no se ha eclipsado nunca y ha ido e irá creciendo cada vez más con el andar del tiempo. Pero la grandeza de las montañas no se ve ni se mide de cerca.

Me dan vergüenza las palabras que acaban de ser pronunciadas. Cuadrarían en boca de un bandido romano que roba las mujeres ajenas. Proserpinita... MARCIO. ¿Queréis no fastidiarnos más con vuestra Proserpina? Se trata aquí de una cuestión de principios... Veo, señores, que la espantosa pérdida ha eclipsado vuestra memoria, y voy a refrescar vuestros recuerdos.

La obra había gustado poco, pero la artista había sido aclamada por el público, enloquecido y lacrimoso ante su patética desesperación en el acto final, al llorar el amor perdido. Después nada: ninguna noticia; se había eclipsado, impulsada, sin duda, por el amor, dominada, por aquella vehemencia que le hacía seguir al hombre preferido como una esclava.

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