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Se sazona de sal, y en una jícara que tendrá la mitad de harina se va dando forma redonda a las albóndigas; se rebozan en huevo batido; se fríen en aceite o manteca bien caliente y se colocan en una cacerola; se les echa una salsa de almendras.

Así, aquel germen de pasión y de inteligencia, guardado en un huevo, se reconocía con vida, se reconocía con fuerza, y empezaba a dar picotazos en su cárcel, anhelando respirar fuera de ella otros aires y calentarse con calores más enérgicos. Así, aquella ceguera abría sus párpados, gozándose en la desconocida luz.

Aquí está un pichón que acaba de salir del huevo, y no ha oído nunca al pájaro carpintero picoteando en un tronco dijo Pablo. Quédate con nosotros, hijo, que eso no es más que el pájaro carpintero que picotea en un tronco dijo Pedro. Yo voy a ver lo que pasa allá lejos.

Se corta la ternera en trozos pequeños, se colocan en una fuente, se vierte por encima la salsa pasada, cubriéndola por último con huevos duros y perejil. TERNERA EN BECHAMELLE. Se hace una bechamelle fina, y cuando se saca del fuego se le incorporan yemas de huevo.

MERLUZA REBOZADA. Preparada en rajas la merluza y sazonadas éstas de sal, se untan en harina y huevo batido, se fríen en aceite bien caliente, y al servirlas se les echa zumo de limón.

Doradas después en la grasa que resulta, se agrega una salsa confeccionada con medio cuartillo de leche, dos yemas de huevo y dos onzas de chocolate bien rallado, y el plato se sirve caliente. PERDICES ESTOFADAS. Ya limpias se ponen en una olla con tocino, cebolla, ajos, vinagre, perejil, sal, pimienta, tomillo y laurel.

A usted se le ha figurado que Nieves era una niña dengosa que se nutría de huevo hilado y alfeñique, y le faltaba la respiración en cuanto se la sacaba de la estufa... ¡A buena parte va usted con la suposición!

Todos querían devorar a la vez, pero el doctor Lorquin, a pesar del hambre canina que sentía, tuvo la buena ocurrencia de advertir a Marcos que no les hiciera caso, porque la menor congestión sería para ellos mortal. Por lo cual no recibió cada uno mas que un pedazo de pan, un huevo y un vaso de vino, lo que les reanimó extraordinariamente.

Cuando se van a freír los sesos, se baten a la nieve las dos claras de huevo y se incorporan a la pasta; se toma una cucharada de ella, se coloca en el centro un trocito de seso y en abundante aceite muy caliente, se fríe.

«Para disolver algún bulto en el interior del estómago se saca tres pedazos de las enredaderas Balogo y se pone al fuego, y cuando ya están bastante tiempo, se pila y bien machacado se esplime y el jugo se da de tomar al enfermo. «Para cortar los pujos se debe sacar hojas de la yerba Santo Angel y se pila y después de mezclar clara de huevo se aplica en la barriga y espalda.