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Despues, al llegar á París, era preciso sufrir un huevo examen escrutador, tomar un coche que la policía conocia, hacer registrar el pasaporte, etc., etc.; y si se cambia de hotel ó habitacion, la policía tiene el informe al instante por medio de los porteros y los criados que son sus agentes secretos, por interes ó por miedo.

En manteca bien caliente se dora harina, se mezcla el jugo que haya pasado por el colador y yema de huevo cruda; se incorporan, muy picadas, las colas de los langostinos y se vierte sobre el pescado. SALSA DE CANGREJOS.

PONCHE. Se baten tres yemas de huevo con tres cucharadas de azúcar; se agrega una copa de coñac, y sin dejar de moverlo se incorporan dos claras a punto de nieve. PONCHE DE HUEVO. Se baten tres yemas de huevo con tres cucharadas de azúcar muy fino; se agrega una copa de coñac y sin dejar de moverlo se va incorporando medio litro de leche caliente; cuando está bien mezclado se sirve.

Terminada la cocción se sacan aquéllas, se ponen a escurrir, se prepara dos veces huevo, se fríen hasta conseguir que adquieran buen color, y se sirven con salsa de tomate.

Le había traído un paquete de rosquillas. ¿Y Juan Pablo? Al fin se arreglaría todo. Seguramente no iba a las islas Marianas, pero quizás le tendrían en el Saladero quince o veinte días. «Y merecido, hija. ¿Para qué se mete a buscarle el pelo al huevo?».

Porque un pobre mancebo Hurtó un solo huevo, Al sol bambonea, Y otro se pasea Con cien mil delitos. Cuando pitos, flautas; Cuando flautas, pitos.

Dice así el pasaje a que aludo: «Todo cambia, todo se renueva, y hay mil pequeñeces, una expresión, una prenda de vestir, una moda de tocado que denotan al punto la edad de la persona que las usa; y por más que el abate Delille la recomiende, me parece, por ejemplo, de mal gusto la costumbre de aplastar en el plato la cáscara de un huevo pasado por agua, costumbre calificada ya por el vizconde de Marenne, en su libro sobre la Elegancia, publicado hace años, de absurda y ridícula

HUEVOS A LA MARINERA. Se cortan en ruedas los huevos duros y se ponen sobre un plato; se hace una salsa de tomate y se mezcla con perejil, vino blanco y champiñons picados y cocidos; esta salsa se vierte sobre las rodajas de huevo, y se sirve.

Después de cocidas se rebozan con huevo y harina, y se fríen en aceite o manteca de cerdo. ANGUILA EN SALSA. Para guisar como es debido una anguila se la pone en la parrilla, envuelta en papel untado de aceite o manteca de cerdo; una vez hecha, se divide por el lomo al tiempo de servirla; para que esté mejor, se rellena con una masita hecha de manteca de vaca, hierbas finas y pan rallado.

SEQUILLOS. Por cada clara de huevo, cien gramos de azúcar; se bate muy bien y se le echa raspaduras de limón y piñones o avellanas tostadas; se van haciendo los sequillos y se ponen en el horno.