Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de junio de 2025
Ni él reparó en los clérigos, ni ellos se dieron cuenta de la presencia del labriego. Pasó un cuarto de hora abstraído el chico en sus cavilaciones, dormitando el guardián, y raspando borrones el que escribía, hasta que, tras ruido de puertas que se abrieron y cerraron, entró en la habitación el obispo.
En la misma línea a la derecha otra menina no menos agraciada, doña Isabel de Velasco, y la enana Maribárbola de feo semblante y descomunal cabeza miran de frente hacia donde están los Reyes sentados; ante esta horrenda criatura hay en el suelo echado y dormitando un mastín que parece pronto a levantarse y huir mansamente para que no siga hostigándole con el pie Nicolasito Pertusato, enanillo alegre, esbelto y bien vestido como juguete vivo, cuya postura y movimiento no hubiera sorprendido mejor una instantánea fotográfica.
Dejó trascurrir algunos días sin repetir el experimento. Y cuando pensó que había desaparecido tal estado de ferocidad, una mañana antes de almorzar, hallándose el Clavel en el regazo de su ama dormitando, se presenta en el gabinete con los cartoncitos en la mano. Verlos el Clavel, lanzarse sobre el sabio a hincarle los dientes en la mano pecadora, fue una misma cosa.
La otra noche no pude dormir pensando en lo que usted me contó de su vida en París: aquellas tardes de los domingos, tan hermosas, corriendo después de almorzar, unas veces a los conciertos de Lamoreux, otras a los de Colonna, dándose un hartazgo de sublimidad... ¡Y yo aquí encerrado, sin otra esperanza que dirigir alguna misita rossiniana en las grandes festividades...! Mi único consuelo es leer música, enterarme por la lectura de las grandes obras que tantos tontos oirán en las ciudades dormitando o aburriéndose.
El comandante Pierrefonds vivía desorientado, dudando de sus sentidos, creyéndose algunas veces juguete de «la loca de la casa» que también llevaba en lo más alto de su cuerpo, como todos los seres humanos, pero que hasta entonces había vivido dormitando y ahora empezaba á atormentarle con sus jugarretas. Tenía la seguridad de que el maestro había hablado de él en su discurso.
Después se puso a rezar por lo bajo; y a medida que se le calmaban las angustias iba cerrando los ojos, hasta que acabó por quedarse dormido; y así dormitando y despertando a cada instante, pasó mucho tiempo.
Alguien había trastornado profundamente la vida de la Presa. Al otro día notó también un gran cambio en los grupos que trabajaban junto al río. Los obreros dependientes del contratista estaban sentados en el suelo, fumando ó dormitando. Algunos de origen español canturreaban, tocando palmas y mirando á lo lejos, como si contemplasen la patria lejana.
Había perdido la costumbre de trasnochar, y como no quería volver a su casa, buscaba los cuartos sin luz, dormitando en un diván. Si llegaba una visita y había que encender luz, Maltrana era despertado como un perro, y sacudiendo las aletas del abrigo pasaba a otro cuarto o se iba a la calle, procurando terminar el sueño en la casa de algún amigo. Apenas comía.
Muchas tardes echábamos grandes párrafos en el Salón de Conferensias. Pocos días antes del golpe de Sagunto, le ancontré tumbado an un diván dormitando. ¡Hola, mi general! Está usté descansando, ¿verdat?, le dije poniéndole la mano en el hombro.
Palabra del Dia
Otros Mirando