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Actualizado: 28 de octubre de 2025
44 Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos; 45 mas como no le hallasen, volvieron a Jerusalén buscándole. 46 Y aconteció, que después de tres días le hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.
Por lo que hace al Espíritu Santo, dijérase que no existe para ellas. ¡Nunca es objeto de su misticismo! Lo cual se comprende sin esfuerzo: los atributos especiales del Parácleto son más perceptibles á los ojos de los Doctores de la Iglesia que á los de las fieles cristianas. Acerca del Demonio no quisiera hablar en este sitio, pues es hacerle demasiado honor; pero no puedo pasar por otro punto.
Llevaba en la cabeza un gorro cuadrangular con dorada borla, igual al de los doctores de las universidades inglesas y norteamericanas. El rostro carilleno y lampiño estaba encuadrado por unas melenillas negras y cortas. Los ojos tenían el resguardo de unos cristales con armazón de concha.
El sábado que contábamos 28 de Abril, a las tres de la tarde acudió a la Inquisición lo más docto, grave, autorizado y religioso no solo de todas las Ordenes regulares y singularmente todos los Sacerdotes de los dos Colegios que tiene en esta Ciudad la Compañía, por el frecuente ejercicio que en todas partes tiene esta Religión, de ejercer tan piadoso ministerio; pero aún de los Doctores seculares de casi toda la Isla, o por lo relevantes de sus prendas, o por ser ministros del Santo Tribunal.
Hecho esto, él se despedió con mucha paz y amor, y ansí nos patrimos deste lugar; y aun, antes que nos partiésemos, fue preguntado él por el teniente cura del lugar y por los regidores si la bula aprovechaba para las criaturas que estaban en el vientre de sus madres, a lo cual él respondió que según las letras que él había estudiado que no, que lo fuesen a preguntar a los doctores más antiguos que él, y que esto era lo que sentía en este negocio.
Avanzó primeramente un grupo de doctores jóvenes, que eran muchachas en traje masculino, llevando como único emblema de su grado el gorro universitario. Algunas de ellas, esbeltas y gallardas, tenían un andar marcial que revelaba su afición á los deportes, pero las más mostraban cierto parentesco físico con el doctor Flimnap.
Así, pues, los doctores como los jóvenes, el clero como las masas, aparecieron desde luego unidos bajo un solo sentimiento, dispuestos a sostener los principios proclamados por el nuevo orden de cosas. Paz pudo contraerse ya a reorganizar la provincia y a anudar relaciones de amistad con las otras.
Salían á su paso faldas de blanco revoloteo, velos que ondulaban como nubes de colores, risas y trinos parlantes en un español que parecía puesto en música; todo el estrépito juguetón de una jaula de pájaros del Trópico. Los ex presidentes de República generales ó doctores que iban á descansar á Europa le contaban en el puente, con una gravedad napoleónica, los principales hechos de su historia.
La Iglesia nuestra madre aparece en él como posadera de las almas. «Porque, se dice en él, de la misma suerte que es muy necesario encontrar en los caminos posadas, para reanimar y dar descanso á los caminantes cansados, así también es muy conveniente tropezar en la peregrinación de la vida con una posadera, consagrada á ofrecer tranquilidad y hospedaje á las almas, que se dirigen peregrinando á la eterna mansión de Dios.» Al comenzar la pieza se presenta una mesa, cubierta de manjares, que representa al altar, y cuya significación es fácil de entender, y delante de ella la Iglesia nuestra madre, que con sus cuatro doctores, Santo Tomás, San Jerónimo, San Ambrosio y San Agustín, da hospitalidad á los cansados peregrinos de la tierra.
Rehízose un poco su naturaleza a las pocas horas; al amanecer conoció a su familia y a sus amigos; articuló algunas palabras; movió los miembros, antes paralizados, y al mediodía del siguiente pronosticó el senado de doctores, en su tercera consulta, que, sin una complicación inesperada, el ilustre enfermo entraría muy pronto en una franca y satisfactoria convalecencia.
Palabra del Dia
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