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Actualizado: 29 de junio de 2025


Isabel, vamos aprisa; Demos la vuelta á mi casa, Que este muchacho peligra, Y hemos menester hacer Diligencias exquisitas Por saber dél y ponerle En salvo.

Como el pobre estaba acosado por sus acreedores, hoy dia de correo debió de recibir alguna carta apremiante, y no habrá podido resistir mas. Vamos, vamos, responderá el mayor número, cosa clara: y tiene V. razon, cabalmente es hoy dia de correo.... Llega el juez y al efecto de instruir las primeras diligencias, se registra la cartera del difunto. Dos cartas.

Bien, bien; pero para reconocer mi título y mi nombre debió identificarse mi persona. , señor. ¿Y no consta en las diligencias judiciales mi estado? No, señor. ¿Y nadie me conocía en Zaragoza? No, señor. Pues bien, es necesario que usted, u otra persona de confianza, vayan a Madrid: yo daré a usted, o a esa persona, cartas para mis antiguos amigos.

Hiciéronse aquí increíbles diligencias para hallar la cruz tan deseada; pero por más que hicimos, así por tierra como por agua, no pudimos descubrir la más mínima señal de hacia qué parte cayesen las Reducciones de los Chiquitos.

Seguì rio arriba, haciendo las mismas diligencias que el dia de ayer, hasta que llegué una isla de sauces, donde me habia acampado el año pasado: allì hice noche. Este dia al amanecer me puse la vela para bordo del bergantin, con el cuidado de si llegasen indios.

El caso era que, al ir a montar muy de mañana para acudir a los funerales de mi tío, le habían entregado un oficio del juez de primera instancia, obligándole a practicar unas diligencias que le entretuvieron cerca de dos horas... todo respecto a la «trigedia» del día anterior, que yo debía conocer, y para eso, la verdad fuera dicha, para que la conociera venía él principalmente.

Lo cierto es que ha pedido salir del convento con gran regocijo de sus parientes, y ahora marchan todos a Madrid para las diligencias de la legitimación, porque ya sabes que... : yo había entendido que esa joven era hija de la Sra. Condesa. ¡Calla, deslenguado procaz! ¿Qué has dicho? La Sra. Condesa, prima de mi señora, ¿había de tener semejantes tapujos?

La mesa estaba servida en el parador de las diligencias, y hacia los honores una hostelera de mal humor, término medio entre doña Dulcinea y Maritornes, que nos abrumó con gallinas y perdices compuestas de todos los modos imaginables, y los consabidos garbanzos cocidos, tan sólidos como piedras de macadamizar.

Y porque todos los que le veía hacer sería largo de contar, diré uno muy sotil y donoso, con el cual probaré bien su suficiencia. En un lugar de la Sagra de Toledo había predicado dos o tres días, haciendo sus acostumbradas diligencias, y no le habían tomado bula, ni a mi ver tenían intención de se la tomar.

La carretera misma, que es espléndida, como todas las nacionales y departamentales de Francia, es incomparablemente superior á cuantas recorrí en España. La diligencia, de formas mucho mas ligeras y racionales, es tirada por tres hermosos caballos, en vez de los cuatro ó cinco pares de mulas furiosas que, manejadas á palos, arrastran las diligencias españolas, merced á un bárbaro sistema de tiro.

Palabra del Dia

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