Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de mayo de 2025
Detente, oh Sol, y mira ese caido: Fué un guerrero de nombre esclarecido Que en holocausto tuyo se ofreció, Y hasta lanzar sus postrimer aliento Á tí te consagró su pensamiento, Y al ver tu faz contento sucumbió.
Detente breve espacio, y contempla el renombre maravilloso, el lustre singular, que ningún otro mortal ha jamás alcanzado. Hombres y mujeres de cualquier clase, edad ó condición, para calificar lo más selecto, llámanle de Lope.
Vuelve sobre tus pasos si no quieres dejar pedazos de tu corazón entre las malezas de los bosques.» Su orgullo le gritaba: «¡Detente! Principios, honor, deber, todo lo pisotearías. Es rica, y tú pobre; te debe la vida y no debes abusar de ello. Vuelve sobre tus pasos, si no quieres dejar un poco de tu dignidad entre las piedras del camino.»
Mas no sigas... Detente... Si supieras que al sentir en mis labios tu frescura, me dá vida el dolor, te detuvieras... Tánta es la hiel que en tí mi labio apura, que tornándose dulce el mar, pudieras tú sola devolverle su amargura. Iba cayendo el dia, y ella y él, caminito de la fuente que entre los olmos murmurar se oia, marchaban vivamente; ella lloraba y él palidecia.
ABIND. Detente, Jarifa mía, Que si escucharte podía, Fué querer tu amor probar. Escucha, espera. JARIFA. ¿Qué quieres? ABIND. Que menos traidor me nombres, Que jamás los nobles hombres Se burlan de las mujeres. Oye, espera, por tu vida; No me hagas correr tras ti, Que apenas me tengo en mí De dolor de cierta herida.
Cuanto más cerca veo el día pensaba , más indeciso y perplejo me encuentro. ¿Por qué dudo, decídmelo, Virgen Santa del Sagrario y tú, San Ildefonso bendito? ¿Por qué mi anhelo se ha trocado en vacilación y mi fe en temor de causar gravísimo daño? ¿Qué dices a esto, conciencia pura, qué razones me das? ¿Sale acaso de ti esa voz que siento y que me dice: «detente, ciego?...». Y tú, caviloso Benigno, ¿has notado, por ventura, frialdad en los afectos de ella, arrepentimiento en su voluntad o siquiera desvío?
Entonces ¡ay! es ella quien al revuelto mar dice: ¡Detente! la que apaga el rumor del oleaje y hace que el Sol magnífico, esplendente, rompa del nubarrón el denso encaje. Es ella, quien a raya pone al viento y amansa sus rigores; aliento del que mísero desmaya y quien conduce a la distante playa las barcas de los pobres pescadores.
Confuso, sin atreverse á alegrarse, temeroso de una nueva desdicha, el cocinero mayor salió y siguió al carcelero. Se cerró de nuevo la puerta y se oyeron los tres cerrojos y las tres llaves. Cuando el duque de Lerma, de vuelta de la casa de doña Ana, llegó al postigo de la suya, se le atravesó un bulto embozado. ¡Hola! le dijo aquel bulto ; detente y escucha.
Pero sea de ello lo que se quiera, el anciano médico se adelantó rápidamente hacia el ministro y le asió del brazo. ¡Insensato, detente! ¿qué intentas hacer? le dijo en voz baja. ¡Haz seña á esa mujer de que se aleje! ¡Haz que se retire también esta niña! Todo irá bien. ¡No manches tu buen nombre, ni mueras deshonrado! ¡Todavía puedo salvarte! ¿Quieres cubrir de ignominia tu sagrada profesión?
Entonces es cosa clara; Mas cierta podéis estar Que no me lo ha de mandar. 2515 Y así, me voy; que no quiero Dar á tan gran caballero Ni sospecha ni pesar. Detente. Si habéis oído Lo que ya sospecho aquí, 2520 Pienso que estaréis de mí Seguro y agradecido.
Palabra del Dia
Otros Mirando