United States or Brunei ? Vote for the TOP Country of the Week !


De pronto, como con repentina sonrisa del cielo, el sol hizo una especie de irrupción en la tenebrosa selva, derramando un torrente de esplendor, alegrando cada hoja verde, convirtiendo las amarillentas en doradas, y brillando entre los negruzcos troncos de los solemnes árboles. Los objetos, que hasta entonces habían esparcido solamente sombras, eran ahora cuerpos luminosos.

Talleres aun humeantes y ranchos de pobrerío se diseminaban confusamente, y todo formaba una perspectiva sórdida y ruin. Sobre aquel montón fugitivo de cosas informes y de vida precaria, todo miserablemente pegado a la tierra, flotaba como una armonía la magnificencia triste del ocaso, derramando sombra y paz. El tren penetró vertiginosamente en el arrabal, haciendo temblar el viaducto.

Pero al volver los ojos á tu patria Era tu pecho de esperanza un mar, Que al través de la niebla de los siglos El porvenir quería iluminar, Mirándola ceñida con la oliva Brindar al mundo el néctar de la paz, Derramando el bautismo de la ciencia Y alzando las virtudes del hogar, Ensalzando del hombre los derechos, Y tributando culto á la verdad.

El hombre había sufrido una caída, derramando sangre, y a la vista de ésta, al oír las palabras del infeliz, menos sensatas aún que de ordinario, las risas crueles aumentaban: ella sola, como una hermana de caridad, había sabido atenderlo y curarlo.

El día que se hizo doctor, y fué justamente acabados de cumplir los veintiún años, la pobre Isabel experimentó una de esas alegrías sólo comprensibles para las madres. Le abrazó derramando un raudal de lágrimas. Mamá le dijo Raimundo . Estoy ya en aptitud de hacer oposición a una cátedra.

Era rubia, de ojos azules, ensortijado el pelo; estaba en camisita y traía en la mano la pelota. Luis, Genoveva y Damián, cayeron de bruces sobre la mesa... Casilda, loca de espanto, se tiró al suelo de rodillas, cubriéndose el rostro con las manos y gritando: ¡Perdón, Señor! La niña retrocedió asustada, tiró al huir la lamparilla derramando el aceite, y se metió en la cama muertecita de miedo.

Pues bien, señora profirió el joven derramando un torrente de lágrimas. Para pedir ese dinero he usado del nombre del padre Laguardia. ¿No ve usted bien claro ahora que soy un perverso? Ese es un pecado, hijo, pero ya sabe usted que el justo peca siete veces al día. Si usted está arrepentido, Dios en su infinita misericordia...

Pero no era persona que se dejaba vencer fácilmente en una disputa, y tomando fuerzas, prosiguió: ¡Oh fragilidad de las cosas mundanas!...No temamos al qué dirán. Sobre todo, yo no creo que ese hombre sea un libertino. Pero yo le he comprendido bien, y que se enmendará, si ya no se ha enmendado, y está derramando lágrimas ocultamente por sus yerros pasados. Que venga.

Cuando llegaron los primeros del acompañamiento a la puerta de la justicia, que era la principal entrada de la Alhambra, se fueron derramando, aunque en orden, por aquellas inmensas alamedas de álamos y almeces, hasta que los doce eunucos del Sennaar entraron por las puertas del Alcázar el tesoro, o más bien dicho, la divinidad que conducían.

Los poetas por temperamento, para quienes la poesía es una vocacion, son como las lámparas: alumbran gastando en sus poemas el aceite de la vida, derramando en sus obras su propia sustancia y apagándose muy temprano, como Byron ó como Schiller.