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Actualizado: 8 de junio de 2025


Ávidos de salud, los enfermos utilizan todo lo que el manantial lleva consigo y todo lo que bañan sus aguas; respiran el gas que desprenden, se envuelven en el lodo negro que forman la arcilla y la arena y llegan á cubrirse como tritones con el verde limo que se extiendo cual tapiz sobre las aguas.

Yo sentiré en la brisa tu perfumado aliento, Tu voz consoladora traerá á mi oido el viento, Y te veré en las nubes cruzar como vision; Yo sentiré tus pasos en medio á las tinieblas, Y al ver cubrirse el aire de transparentes nieblas, Tus blancas vestiduras veré yo en mi ilusion.

El tabernero, que en realidad era un hombre pacífico, viendo que le cerraban la puerta y le impedían ir á cubrirse de gloria en las calles, se bebió lo mejor de su comercio, y sin hacer alborotos, porque también eran pacíficas las monas que cogía, se tendió en el banco y empezó á roncar de tal modo, que parecía su voz una burla durmiente del ronquido popular que sonaba en las calles.

Catalina había vuelto a tomar su primera actitud; pero sus mejillas, que un momento antes estaban inertes como una máscara de yeso, se estremecían convulsivamente, y su mirada parecía cubrirse con el velo del ensueño. Todos prestaban gran atención; hubiérase dicho que sus vidas pendían de los labios de la anciana.

En un ángulo de la plaza estaba la tribuna de la música, un tablado bajo, cuyas barandillas acababan de cubrirse con telas de colorines manchadas de cera, como recuerdo de las muchas fiestas de iglesia en que se habían ostentado. ¡Música...! ¡músicaaaa! gritaba la gente. Y los músicos, azorados por el vocerío, iban hacia el tablado abriéndose paso en la muchedumbre.

A continuación, todo el buque pareció cubrirse de aullidos de dolor, de gritos de sorpresa, de carreras de gentes enloquecidas por el pánico, de órdenes enérgicas. Por las dos chimeneas del paquebote se escaparon torrentes mugidores de humo negro, al mismo tiempo que debajo de la cubierta empezaba un jadeo ruidoso, igual al estertor de un gigante moribundo.

No le ocultaré, gentleman, que recientemente se nota cierta transformación en los hombres. Hay una juventud masculina que se burla de la mansedumbre de sus padres, de su falta de aspiraciones, de su esclavitud doméstica. Estos muchachos pretenden ir solos por las calles y miran á las mujeres audazmente, sin bajar los ojos ni cubrirse con el manto. Carecen de recato y de modestia.

Su industria, su sistema gubernativo y su religion los asemejaban aun á la nacion citada. El genio maléfico, que determinaba sus desgracias, se llamaba Canibaba Kilmo. Temeros de cubrirse de lepra, nunca mataban estos indios una serpiente, y los que enviudaban se guardaban bien de dar muerte á un tigre, persuadidos de que si así lo hacian, sucumbirian ellos tambien.

Pero la vieja se agarraba con ambas manos a la maleza, y el viento no conseguía mas que agitar sus cabellos rojos. Habiendo observado Divès que la leña que allí almacenaba, al cubrirse de nieve y mojarse por la lluvia, daba más humo que llamas, techó la torre con un cobertizo de tablas.

Aquí tiene usted para cubrirse mientras secamos sus ropas. Y ofrecía al barbero una bata magnífica de peluche azul, con grandes cascadas de encajes en el pecho y las mangas. Cupido se retorcía de risa en su asiento. ¡Pero qué gracioso era aquello!... ¿Iba él a vestirse con tal preciosidad? ¿Y sus patillas?... ¡Cómo reirían los de Alcira si le viesen!

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