United States or Cayman Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dos años hacía que mi tío vivía en mi compañía cuando, de pronto, una mañana, al sentarnos a almorzar, me dijo: Sobrino, me caso... Cualquiera creería que me dio la noticia con acento enérgico. ¡Muy lejos de eso! Su voz fue, como siempre, suave e insinuante como un arrullo, pues mi tío, aunque tenía el carácter del zorro, afectaba siempre la mansedumbre del cordero.

Si tuviera padres o hermanos, creería que se le había muerto alguno... Apuesto a que ese narizotas de D. Narciso le ha dado otro disgusto. ¡Desprécielo, D. Gil, desprécielo! ¡Oh, no! ¡Cuidado con las injusticias, doña Josefa! se apresuró a decir el joven. Nadie me ha causado disgusto alguno. Estas lágrimas provienen de un malestar nervioso que siento hace días. ¡Si ya se lo decía yo!

Se creería, por su modo de mirar la escena, que se habían dado garantías de que Emma no pariría hasta después de casarse ella. Por fin se presentó Nepomuceno, acompañado del médico antiguo, del partero insigne; porque, con perdón de D. Basilio, Emma le tenía guardada aquella felonía; hasta el día del trance, Aguado; pero en el momento crítico, si la cosa no venía muy torcida, el otro.

Mire usted, doña Regustiana, que al ver cómo despachaban cuanto había por delante, y al no conocer lo principal y regalona que era aquella gente, cualisquiera creería que mucha de ella había venido a mi casa a matar el hambre. Pues vea usted si había franqueza en la reunión. Así es que cuarto que gaste usted en Madrid, en seguida luce. Da gusto, hija.

Esa familia creeria que iba á dar una campanada de buen tono en el mundo, que iba á inmortalizarse con un escándalo de alta escuela, y no sabe que un escritor oscuro y desgraciado le tiene lástima. ¡Cuánto más valdria que los miles de duros dilapidados en ese festin, se hubieran empleado en enjugar las lágrimas que circundarán aquella fastuosa vivienda, lágrimas que habrán visto aquel convite con espanto!

¿Y el tapiz, abuela?... ¿Qué tapiz?... ¡Ah! , la venta... Razonamiento de hombre de negocios, hija mía... Piensa como un hombre serio. Pido ocho días de reflexión. Es imposible decir hoy a la abuela: Los defectos de ese caballero son antipáticos a los míos; no le quiero. La buena señora me creería loca y se pondría enferma de pena. En ocho días todo se arregla. El tiempo es un hábil auxiliar...

Y reposo tan tranquilamente, en el presente, en mi lecho, que a contemplarme se me creería muerto, y podría estremecer al que me viera, creyéndome muerto. Las lamentaciones y los gemidos, los suspiros y las lágrimas son apaciguadas entre tanto por esta horrible palpitación de mi corazón; ¡ah, esta horrible palpitación!

Se ha impuesto al Gobierno de Buenos Aires como una falta haber promovido esta cuestión, cuya solución debía ser tan funesta para él mismo y para la civilización; pero toda civilización, como las religiones mismas, es generalizadora, propagandista, y mal creería un hombre que no deseara que todos creyesen como él.

Y si alguna vez una alma desinteresada, generosa, heroica, me amara por lo que soy, no por lo que tengo, ¡yo no lo sabría, no lo creería! La desconfianza siempre... Ved ahí mi dolor y mi suplicio. Por esto estoy resuelta... no amaré jamás; jamás me arriesgaré á confiar á un corazón vil, indigno y venal la pura pasión que abrasa el mío.

Se acuerda mucho de aquella tarde en el hotel de Roma al recibir tu carta, y me creería una mujer sin dignidad al verme contigo. Le invitaba a bajar con un gesto imperioso. Cuando partió el carruaje, los dos quedaron un momento en la acera, contemplándose por última vez. Adiós, Rafael. Cuídate, no envejezcas tan aprisa.