Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de noviembre de 2025
Súpose más tarde que había ido a Inglaterra a comprar fusiles, que hizo un alijo cerca de Guetaria, que vino disfrazado a Madrid y pasó a la Mancha y Andalucía en el verano del 73, cuando la Península, ardiendo por los cuatro costados, era una inmensa pira a la cual cada español había llevado su tea y el Gobierno soplaba. ii
La bala estuvo a punto de acabar con Ruperto, porque le hizo pedazos el puño de la espada que en la diestra tenía. Soltó el arma, sacudiendo los dedos, golpeó los costados del caballo con los talones y lanzando una blasfemia, partió al galope. Le miré alejarse de la larga avenida, con tanta soltura como si se tratase de un paseo a caballo, como si no fuera desangrándose por sus heridas.
10 En cuanto al parecer de ellas, las cuatro eran de una forma, como si estuviera una en medio de otra. 11 Cuando andaban, sobre sus cuatro costados andaban; no se tornaban cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía el primero, en pos de él iban; ni se tornaban cuando andaban.
Unos eran de Buenos Aires, y habían bajado el río para dar la bienvenida a las familias que regresaban de Europa; otros esperaban el momento de subir al trasatlántico, por curiosidad o por exigencias del oficio. El Goethe había encendido en sus costados poderosos focos de luz verde, que daba a los rostros un tono lívido, haciendo palidecer los faroles de las embarcaciones inmediatas.
Los dos pequeños refugiábanse amedrentados en los brazos de su hermano mayor, y el padre agitábase como un demente, rugiendo maldiciones. ¡Recordóns! ¡Y qué bien habían sabido hacerlo!... Habían prendido fuego á la barraca por sus cuatro costados; toda ella ardía de golpe. Hasta el corral, con su cuadra y sus sombrajos, estaba coronado de llamas.
Fogoso e irreflexivo, pintaba a su prima un amor que ardía por los cuatro costados, en medio de un bosque enmarañado de metáforas, deprecaciones llorosas, exclamaciones desesperadas y llamados sentimentales a la Parca implacable cada dos párrafos, los cuales concluían todos con un punto de admiración, que daba el quién vive.
Los actores atravesaban la ciudad en carros cubiertos, cuyos costados estaban guarnecidos de cortinas pintadas, hasta llegar á aquella parte de la población, en donde se había de celebrar la fiesta. En seguida se colocaban los carros en círculo alrededor del tablado, ó formando triángulo, de suerte que su cortinaje sirviese de decoración.
Es un pequeño balneario, sabiamente construido, donde hay diversos aparatos de tormento. Allí dan lanzazos en los costados, azotes en la espalda, barrenos en la cabeza, todo con mangas y tubos de agua. Esta tiene presión formidable, y sus golpes y embestidas son verdaderamente feroces.
Los guardianes del convoy, tres barcos pequeños que marchaban á toda máquina, eran los mastines vigilantes de este ganado marino, precediéndole para explorar el horizonte, quedándose detrás de él ó marchando á sus costados para mantener intacta la formación. Su ligereza y su velocidad les hacía dar saltos prodigiosos sobre las olas.
VALDEMAR. No eres un padre; eres una bestia feroz. Coged a ese monstruo y encadenadle. ¡Como una fiera, se lo llevaremos enjaulado al emperador! ¡Prended fuego por los cuatro costados a ese castillo maldito! ¡Que no quede nada de este nido lúgubre! ¡Que la inmensa hoguera se eleve, en media de la obscura noche, a los cielos! ¡Así festejaremos tu boda, duque Enrique, desgraciado amigo!
Palabra del Dia
Otros Mirando