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Las lavas que se acumulan en cimas y se ramifican en promontorios, sólo difieren por su juventud de las montañas viejas que erizan en otras partes la superficie de la tierra. Lavas en otro tiempo candentes se enfrían poco á poco y se revisten de tierra vegetal: reciben el agua de la lluvia por sus intersticios y la devuelven en arroyos y ríos.

Ahora se veía á los pies de una duquesa diciéndole con voz temblorosa frases apasionadas y candentes que ella escuchaba arrobada y suspensa; ahora se encontraba batiéndose á espada con un joven coronel en mitad de un bosque, con dos amigos vestidos de negro al lado; ahora asistía á la caza de un jabalí cabalgando á la par de una hermosa y egregia dama, á quien salvaba la vida por un acto de valor heroico; ahora, en fin, resolvía suicidarse escribiendo antes una larga carta de despedida cuajada de frases elocuentes y tildes psicológicas, nada claras para el que no estuviese iniciado en el lenguaje cortesano, á la señora de su mejor amigo, de quien había tenido la desgracia de enamorarse perdidamente.

Contaba con algo por el estilo al disponer el programa del festín, y aun en los comienzos de éste anduvieron bastante ajustados a la palpable realidad sus cálculos de tantos días; pero el vuelo inesperado que tomaron las peroraciones de tantos y tan ilustres comensales; aquel mezclarse los panegíricos de sus virtudes cívicas y políticas, de sus altísimos merecimientos personales, con las cuestiones más candentes de la actual gobernación del Estado, en boca de los hombres que tenían en sus manos los destinos de la patria; aquel cielo de esplendores y de gloria; aquella radiante apoteosis a que se le elevaba de pronto y por tales gentes; todo aquello, que levantaba cien codos por encima de sus cálculos, aunque no de sus «nobles ambiciones», era más que suficiente para dar al traste con la serenidad de un estoico, cuanto más con la de un hombre como él, tan trabajado por «los acontecimientos» y hasta por los achaques y los años.

Su vida interna, durante aquellos seis meses, había sido devorada por una actividad febril, ansiosa, mareante, disimulada con esfuerzo bajo actitud tranquila y altiva. A veces la sorda irritación que la minaba no podía resistir tanta presión, y estallaba en un flujo de palabras candentes, injuriosas, que pronunciaba en voz baja, al advertir algún signo de inteligencia entre los traidores.

Desde la Tiplona acá no se había visto jamás que unos cómicos permanecieran, por fas o por nefas, tanto tiempo en el pueblo. Casi se les tomaba por vecinos, y Julio y Gaetano ya discutían en el Casino, aunque con cierta discreción y medida, todas las candentes cuestiones de interés local.

Sin perder el menor de sus gestos, le hablaban de política, sacando a colación las cuestiones candentes del día: ¿Era cierto que el doctor Eneene renunciaba? Los diarios de oposición le vapuleaban de lo lindo por la concesión aquella consabida.

Casi cuando acababan de espirar en el Cuzco los últimos indios parciales de la independencia de su patria, siendo atenaceados algunos con tenazas candentes antes de ahorcarlos, llegó la nueva á Lima de que habíamos hecho la paz con Inglaterra, logrando la independencia de su colonia, en pro de la cual combatimos.

Allí comienza el prólogo infinito De su pasión creciente Y patriotismo ardiente, En el Noli me tángere descrito, Con al arte de hacer a los patriotas En las batallas de candentes notas. Clarividente y singular atleta Ya era Rizal el escultor profeta.

Puntas de hierro candentes le pinchaban por la espalda, las manos le temblaban como si le pidieran una estrangulación con que calmar sus ansias; un calor insoportable le subía de las piernas al cerebro. Las tinieblas se espesaban, le envolvían en una atmósfera tibia, sofocante, como si se hallase en un subterráneo.

Media hora de brega, que fué muy penosa por tener que salvar extensas cadenas madrepóricas, cuyas pintadas crestas salían á la superficie de las aguas á mostrar su belleza al astro del día, cuyos candentes rayos vivifican los miles de mundos de lo infinitamente pequeño que se agitan en los calizos tubérculos madrepóricos.