United States or British Virgin Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


BEAUVALLON. ¡Jamás...! Primeramente, cualquiera sabe dónde estaré yo a las seis...! , La Choute, no te portaste bien... Cuando abandonaste el Conservatorio, en el pasado año, no nos dijiste tu dirección. Te busqué por todas partes, ¿lo sabes...? BEAUVALLON. ¡De veras! Sentía alguna ternura por ti. Habíamos dormido juntos, y esto siempre crea ciertos lazos...

Busque otra pareja porque he trajinado todo el día y mis pobres piernas se están llamando á engaño. El capitán agradeció la hipocresía y tomándola cariñosamente de la mano, la condujo otra vez al lado de Demetria. Entonces fué cuando acertó á ver entre la muchedumbre la negra silueta de D. Prisco, el cura de la parroquia. Se fué como un cohete hacia él. ¡Pero estaba usted aquí y no me avisaba!

No vuelva usted a escribir nada: silencio y aristocracia literaria, y yo le respondo a usted de que llegará a una edad provecta oyendo repetir a los pájaros: don Tomás, don Tomás, don Tomás es un sabio; y entonces ya puede usted con seguridad darle al público comedias, folletos, comentarios: todo será bueno ¡que es de don Tomás!... Si usted no quiere honra, y sólo el corto provecho que de aquí puede sacarse, es preciso tomar otro camino: póngase usted bien con los cómicos; mantenga usted un corresponsal en París, y cada correo traduzca una comedia de Scribe, que aquí las reciben con los brazos abiertos: busque usted medios de ingerirse en las columnas de un periódico, y diga usted que todo va bien, y que todos somos unos santos; ajústese usted con un par de libreros, los cuales le darán a usted cuatro o cinco duros por cada tomo de las novelas de Walter Scott, que usted en horas les traduzca; y aunque vayan mal traducidas, usted no se apure, que ni el librero lo entiende, ni ningún cristiano tampoco.

1 No verás el buey de tu hermano, o su cordero, perdidos, y te retirarás de ellos; los volverás sin falta a tu hermano. 2 Y aunque tu hermano no fuere tu pariente, o no le conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.

¡Gracias, dijo fríamente aquella mujer, y se despidió de . Cuando me quedé solo, busqué el cuaderno donde estaban consignadas mis obligaciones, y anoté lo siguiente: «Doscientos cuarenta reales para AmparoYo había hecho esto por temperamento, por costumbre, no por caridad. Me acosté y me dormí. Cuando desperté al día siguiente, había perdido el recuerdo de aquella aventura.

En los pocos días que pasé en Comillas busqué en vano lo que tan placentera me había hecho en otro tiempo mi residencia en la misma villa. Todo se hallaba transformado allí.

Pero el andante caballero busque los rincones del mundo; éntrese en los más intricados laberintos; acometa a cada paso lo imposible; resista en los páramos despoblados los ardientes rayos del sol en la mitad del verano, y en el invierno la dura inclemencia de los vientos y de los yelos; no le asombren leones, ni le espanten vestiglos, ni atemoricen endriagos; que buscar éstos, acometer aquéllos y vencerlos a todos son sus principales y verdaderos ejercicios.

Pues bien: yo, aunque con un ojo solo, he guipado más que , que tienes los dos servibles, en ese delicado particular; y porque vi a Nieves precoz y que tenía algo que guardar en su almario, algo muy bien estampado en sus tablitas de cera, precisamente por eso, en lugar de meterla ahora en las bullangas del mundo y sus esplendores engañosos, me la llevo a las soledades de Peleches, donde corre el aire libre y puro, y hay luz sin estorbos y naturaleza en toda su grandiosidad, para que nutra la sangre y fortalezca el espíritu, y se endurezca la cera y no se borre a tres tirones lo que en ella hay estampado; a Peleches, ciego, a Peleches, donde ni en ambiente ni en costumbres se hallará, aunque se busque de intento, cosa que pueda tentar a la inexperta doncella para torcer y malear la índole de sus ideas ni la dirección de sus juiciosos pensamientos.

Sus padres han sido muy buenos con nosotros. ¿Verdad que irás? Tía: ¿para qué he de mentir? No. ¿Por qué, dime, por qué? ¿Han tenido ustedes algún disgusto? No, tía; pero no es decoroso que yo le busque, cuando él se muestra conmigo desdeñoso y frío.

¿Habría otro retrato en el cofrecillo? sería aquel otro el que besaba Amparo. Revolví, busqué y encontré otro retrato. Pero era un retrato de mujer, y tenía el marco negro. Yo estaba seguro de que el retrato que besaba Amparo estaba contenido en un medallón dorado. Aquel retrato era el mío.