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Actualizado: 19 de junio de 2025


Pero, aun fuera de estos sentimientos, la doble corriente de las reflexiones de la joven hizo nacer en ella una repulsión por la suerte que se le ofreció y por aquel padre que se acababa de revelar. La conciencia de Silas, por otra parte, se sentía de nuevo atormentada.

Y, después de un malicioso suspiro ahogado, añadió: Yo : los hombres son así; nos aman y nos descuidan... es su manera de ser... ¡hay que resignarse a tomarlos como son! ¡Ah, María Teresa, María Teresa! rugió sordamente la voz de Juan, ¿por qué juega usted con mi dolor? ¿Por qué ha tenido la crueldad de llamarme? Su alegría me mata... La fisonomía atormentada de Juan tenía una nueva belleza.

Después, como sufriese demasiado, temiendo que sus negros pensamientos acabasen con su razón, le dio por recorrer los contornos a pie o a caballo, hasta fatigarse. El cansancio corporal prestaba descanso a su espíritu; el espectáculo de la naturaleza serenaba su atormentada imaginación. Era un tarde fría y oscura.

Encuéntrase aquí la enfermedad de los dos Príncipes; la repentina aparición de San Bartolomé al Rey, estando cerradas las puertas, y, por último, el delirio de Irene, acerca del cual Abdias dice lo siguiente: «Teniendo Polynio una hija loca, llegó á su noticia este exorcisador de demonios, y lo hizo buscar, y le suplicó de esta manera: «Mi hija es atormentada horriblemente, etc

No es extraño, pues, que busque yo como vos, en apartadas regiones, un alma que simpatice con la mía, aunque sea sólo por sentirse atormentada de la misma dolencia. No acierto a explicarme el fin que pueda tener yo enviándoos estos renglones y hasta enviándoos mi retrato. Lo hago sin propósito, fatal e irreflexivamente.

Angelina se quedó cabizbaja, como atormentada por un triste presentimiento, como temerosa de decir algo que la avergonzaba. ¡Habla!... ¡Contéstame!... La huérfana callaba, baja la frente, mientras abría con la punta de los dedos el apretado seno de una rosa pálida. Linilla... ¡no seas cruel!

La justificación alegada por Calvat no dejaba de ser fundada, y, además, llevaba al alma atormentada del pintor algunos fulgores de bonanza. ¡Bueno, pase!... pero te prevengo que en lo sucesivo no quiero oír ni una sola palabra reticente acerca de mi mujer... ¡ya lo sabes!

En torno de las dos mujeres se oían los gritos de los vendedores ambulantes; los hombres decían desvergüenzas que las chulas recogían con sonrisas, y de aquella aglomeración de cuerpos poco limpios se desprendía un olor nauseabundo. A Paz le daban impulsos de marcharse sin averiguar nada; pero, atormentada por los celos, no apartaba la vista de la casa de Engracia.

Sisabas de lo lindo, y mientras no tenías un traje decente, a él no le faltaban buenos puros... A , que veía tus padecimientos y tu ceguera, pues atormentada y sin un día de tranquilidad, en vez de huir del suplicio, ibas a él; a , que vi todo esto, nadie tiene que contármelo, Nina.

Uno de ellos es el duque Norandino; otro el Rey, que duda de la culpabilidad de su esposa, y el último Laura, atormentada por los remordimientos de su conciencia y arrepentida de su acción, y ansiando salvar el honor de la Reina, aun á riesgo de su vida.

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