Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de julio de 2025


¡Dios me perdone! exclamó al ver a Marisalada cabalgando al lado del duque ; ni siquiera me saluda, ni siquiera me mira. ¡Vaya si ha soplado ya en su corazón el demonio del orgullo! Apuesto añadió, asomando la cabeza a la reja que tampoco saluda al señor cura, que está en los porches de la iglesia.

Entonces, Beatriz, cogiendo y desplegando aquella prenda olorosa y encintada, cerró, tras , los damascos amarillos que pendían del sobrecielo. Sus piernas, más fuertes que el resto de su persona, quedaron asomando por la abertura. Preciosos rapacejos de diamantes exornaban las ligas.

Antes de entrar miré al cielo. Aparecía cubierto por un leve manto de nubes, tan leve, que no conseguía velarlo por entero, semejante a una colcha de encaje con fondo azul. El sol, asomando su ardiente pupila por los agujeros de esta celosía de nubes, era el único curioso que nos observaba. El carruaje marchaba lentamente.

Y todo el conjunto erizado de refulgentes bayonetas, que subían a paso de carga hacia los parapetos. Materne, el cazador, asomando su gran nariz aguileña por encima de una rama de enebro y enarcando las cejas, observaba también la llegada de los alemanes. Y como tenía muy buena vista, distinguía las caras entre aquella multitud y podía elegir la persona que quería derribar.

Cada noche sale más pronto y es más grande dijo Mina . ¡Qué enorme y qué blanca!... En Europa nunca la vemos así. Asomando a ras del Océano, era el astro una cúpula inverosímil por su amplitud. Hacía recordar el huevo fabuloso del pájaro Roc de los cuentos orientales, grandioso como un palacio.

En la celeridad no había diferencia ninguna: no se concebía cómo podía un hombre apartarse de un punto en un solo día más de seis o siete leguas; aún así era preciso contar con el tiempo y con la colocación de las ventas: esto, más que viajar, era irse asomando al país, como quien teme que se le acabe el mundo al dar un paso más de lo absolutamente indispensable.

El Gran Capitán no supo callar entonces. Contó a doña Beatriz los fugitivos amores de su mocedad primera. Y hasta hay quien dice que le citó, asomando el llanto a sus ojos, algo de la carta que le había escrito doña Mencía, y que él conservaba piadosamente en la memoria.

Acercóse Ratón Pérez, llevando al rey Buby de la mano, y al ver éste de cerca al pobre Gilito, asomando las yertas manecitas por los trapos miserables que le cubrían, y pegada la preciosa carita al seno de su madre, para buscar allí un poco de calor, angustiósele el corazón de pena y de asombro, y rompió á llorar amargamente.

Estaba viendo el terror escondido debajo del orgullo y asomando la cabeza; pero el orgullo, o, mejor, la terquedad, no le dejaba salir. No sentía miedo, sino dolor, un dolor inexplicable en el pensamiento, una sensación rara de no dormir nunca, de no reposar jamás, de un alerta eterno. Detrás del punto negro que tenía delante y que ya estaba cerca, veía seguro y claro un triunfo resonante.

En el amplio corral había ocho toros, unos acostados sobre las patas, otros de pie y con la cabeza baja, husmeando el montón de hierba que tenían delante. El torero marchó a lo largo de estas galerías examinando a las reses. De vez en cuando salíase fuera de las vallas, asomando el cuerpo por las estrechas saeteras.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando