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Actualizado: 22 de mayo de 2025
A Hullin, que tenía buena vista, no se le escapaba nada; además, hacía muchos años que había sido testigo de hechos análogos; pero Lagarmitte, que nunca había visto nada parecido, estaba estupefacto. ¡Cuántos son! decía moviendo la cabeza. ¡Bah! ¿Y eso qué significa? dijo Hullin . En mi tiempo hemos aniquilado tres ejércitos de cincuenta mil, de la misma raza que éstos, en seis meses.
Examinó al enfermo, y nada de particular ni de alarmante halló en él que hiciera temer una noche como la pasada; pero tampoco se atrevió a prometérnosla más tranquila, porque todo cabía en una enfermedad de tan mala casta en un doliente tan aniquilado e indefenso como mi tío.
En fin, que nos citamos para esta su casa a las diez de la noche, y a las diez y cuarto estaba aquí D. Juan Nepomuceno con seis mil reales en plata. Esta es la historia. ¡Aquella era la historia!, pensó Reyes desde el abismo de su postración. Estaba aturdido, se sentía aniquilado. El tío lo sabía todo... y ¡había pagado! ¿Y Emma?
La tercera noche, como si la suerte hubiera querido hacerme pagar sus favores desperdiciados, perdí todo lo que tenía, más cincuenta mil francos que el mozo de la sala de juego me prestó bajo mi firma. Aquel día llegué á casa de Lea aniquilado, embrutecido, y mi querida vió fácilmente que me ocurría alguna desgracia que yo juzgaba irreparable.
Este pensamiento conmovió á Clementina. Hasta entonces no había imaginado más que un Roussel amenazador y terrible, avanzando armado de derechos iguales á los suyos y reclamando su parte de afecciones, de dicha y de esperanza, y en un momento se figuró un Roussel aniquilado, vencido, aproximándose tímido, suplicante y dispuesto á consentir que se pusiera sobre su cabeza un pie victorioso.
Mirad, amigas: a cuatro suertes de linajes, y estadme atentas, se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son éstas: unos, que tuvieron principios humildes, y se fueron estendiendo y dilatando hasta llegar a una suma grandeza; otros, que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando y los conservan y mantienen en el ser que comenzaron; otros, que, aunque tuvieron principios grandes, acabaron en punta, como pirámide, habiendo diminuido y aniquilado su principio hasta parar en nonada, como lo es la punta de la pirámide, que respeto de su basa o asiento no es nada; otros hay, y éstos son los más, que ni tuvieron principio bueno ni razonable medio, y así tendrán el fin, sin nombre, como el linaje de la gente plebeya y ordinaria.
Pálido, trémulo, aniquilado de emoción, se dejó arrastrar de nuevo por aquélla a la sala. ¿Qué pasó allí? Apenas es necesario manifestarlo. D.ª Carolina dio rienda suelta a su corazón magnánimo.
¡Que queréis volverme á ver!... ¡sí, yo también quiero! pues bien: estad esta noche, á las ocho, al pie de la Cruz de Puerta de Moros. Estaré. En aquel momento se abrió la puerta. Adiós dijo Dorotea, y salió precipitadamente. Adiós dijo don Juan, y se dejó caer aniquilado sobre una silla. El carcelero cerró la puerta.
Temerosos éstos, ó de que viniesen sobre ellos las armas portuguesas á vengar la muerte de los suyos, ó llevados del interés, se pasaron y vinieron á vivir en el país ya dicho; y aunque pocos entonces, pues apenas pasaban de cuatro mil, ahora están muy numerosos, pues pasan de veinte mil, viviendo sin forma de pueblo, en tropas, y dándose á correr y robar las tierras circunvecinas; y por el deseo de carne humana, de que gustaban mucho, hacían á muchos de ellos cautivos; y cebados por muchos días, como se hace en Europa con los animales de cerda, celebraban banquetes de cruelísima alegría, con lo cual se hicieron formidables á los confinantes; y sólo con la venida de los españoles olvidaron la inhumana costumbre de comer carne humana, pero no la crueldad; de suerte que se dice haber destruído y aniquilado hasta el presente más de ciento y cincuenta mil indios.
No se calmó hasta que sintió en la mano dos monedas de plata, sobre las cuales se crisparon sus dedos; y, como si el esfuerzo la hubiese aniquilado, sus párpados se cerraron y su aliento anheloso se suspendió un instante.
Palabra del Dia
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