Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


Orgulloso de la fuerza omnipotente que en aquel instante le comunicaba la embriaguez, veía a todos los toros, andaluces y castellanos, como débiles cabras que podía abatir con sólo un golpe de su mano. Lo del otro día no era nada. «¡Líquido!»... como decía el Nacional. «Al mejor cantaor se le escapa un gallo

También el marqués de Jerez tenía un volumen autógrafo de versos del autor, pudiendo ser estudiados con detenimiento sus méritos en la Biblioteca Rivadeneyra y en los dos libros que con el título de Poesías del doctor Juan de Salinas publicaron los bibliófilos andaluces en 1869.

Y cuenta que Salamanca no tiene nada de lúgubre, de sombría ni de taciturna, como nosotros mismos habíamos creído hasta entonces, equiparándola á otras ciudades castellanas; sino que es, y desde luego conocimos que era, una población alegre, animada, de mucha luz, de hermoso cielo, de libre y puro ambiente, digna, en fin, de albergar, como alberga, á los que suelen ser llamados en Valladolid y Burgos los andaluces de Castilla.

Yo tengo ganas de decir al «gran público», á ese público que está formado por cientos de miles de lectores diarios, quiénes son y qué representan en la moderna cultura española esos eruditos andaluces cuyos nombres llegaron á él á través de las Academias, de las Corporaciones oficiales, de las referencias volanderas de los periódicos en notas fugaces é inexpresivas.

Montilla, con 14,654, célebre por haber sido la cuna del famoso capitan Gonzalo de Córdoba, y por sus renombrados vinos cuya energía espirituosa reanima la de otros vinos andaluces; Aguilar-de-la-Frontera, de pintoresca situacion, con 11,836 habitantes. Córdoba tiene una posicion abierta y desembarazada, con vastos horizontes.

Á los postres acudieron las anécdotas, los sucedidos, los apropósitos, la chismografía de buen género y todo el vocabulario de gente joven y de buen humor. Con las superfluidades y dicharachos del momento vino el picaresco cuento con sus indispensables gallegos y andaluces, y tras la facundia de estos y el engaño de aquellos, se recordaron escenas amorosas.

Desde el año 961 de J. C., en que murió su glorioso fundador dejándolos terminados , hasta la triste época en que comenzó con la estincion de los Amiritas la guerra civil en el Califado cordobés entre los bereberes y andaluces, entre Suleyman y Almuhdi, no trascurrió medio siglo.

Entraba en el Café Inglés, donde se reunen los partidarios de los toreros andaluces, y con su presencia evitaba que el implacable comentario siguiera cebándose en su nombre. El mismo, sonriente y modesto, iniciaba la conversación, con una humildad que desarmaba a los más intransigentes.

Los vendedores de la plaza iban entre barreras, arrojando con pasmosa habilidad los artículos que les pedían. Las naranjas volaban como rojas pelotas hasta lo más alto del tendido, yendo de la mano del vendedor a las del público en línea recta, como si un hilo tirase de ellas. Destapábanse botellas de bebidas gaseosas. El oro líquido de los vinos andaluces brillaba en los vasos.

No se cansaba jamás Llagostera de enumerar las ventajas positivas de Barcelona sobre Sevilla, y sobre el resto del mundo. Además, lo que le ponía fuera de si era la holgazanería de los andaluces. No hay una mala fábrica. A las cuatro de la tarde ¿sabe? los hombres astán santados a la puerta de casa tocando la guitarra.

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando