Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de mayo de 2025


Ella, encarnación de la ama de casa, fría y tímida, sometida a todas las fatalidades de la existencia cuotidiana; él, encarnación del propietario, pesado y obtuso, incapaz de toda pasión. Discurría en esta forma, mientras mi corazón estuvo lleno del sentimiento amargo de que yo pasaba inadvertida y era inútil.

Y no está lejos la demostración palpable de lo que decís, exclamó riéndose el príncipe, porque allá diviso unas veintenas de arqueros cuyo vocerío no cede al de la multitud. Mucho me temo que sufran amargo desencanto si la copa de oro que he ofrecido al vencedor se queda en Aquitania en vez de cruzar el mar. ¿Cuáles son las condiciones, Chandos?

¡Luciana!... Mi corazón se partía en el momento de perderla, y comprendía, sin embargo, que decía la verdad. Y esto era lo más amargo de todo. Luciana se levantó lentamente. Olvide usted que me ha amado. Yo me acordaré siempre... y ese recuerdo será el más dulce de mi vida pasada... Me hizo con la mano una seña de adiós, y salió de la sala. Yo no la retuve...

Con violencia llamo a sus puertas para que se me abran. Con ajenjo me alimenta Dios para probarme, y en balde le pido que aparte de ese cáliz de amargura: pero he pasado y paso en vela muchas noches, entregado a la oración, y ha venido a endulzar lo amargo del cáliz una inspiración amorosa del espíritu consolador y soberano.

Su vida había sido un amargo y desbordado rodar hacia abajo, como todas las vidas y todas las cosas, hacia las negras aguas del misterio. Y aconteció que la misma noche que un periódico publicaba el elogio rimado de su risa, una de esas sombras que cantan canciones lúgubres y corrompidas en la alta noche, me dió la nueva amarga. ¡La pobre ha muerto hoy en el hospital!

Pero cuando dijo el Corregidor a Costanza que entrase también en el coche, se le anubló el corazón, y ella y la huéspeda se asieron una a otra, y comenzaron a hacer tan amargo llanto que quebraba los corazones de cuantos le escuchaban.

Sus maneras carecían de atildamiento rebuscado y enfadoso, y sus frases estaban exentas de esa vulgaridad que hace el lenguaje de un hombre igual al de los demás: en lo que hablaba había siempre algo original; su tristeza parecía sincera, su gracia tenía un dejo amargo.

No quería darse a ver por entonces en el pueblo; pero vivía en otro no muy lejanu y podíamos entendernos él y yo muy a menudo si el caso lo pedía. Hasta aquí fue lo dulce de la entrevista, según el relato de Facia. Para la pintura de lo amargo de ella y mucho de lo sucedido después, ya no tuvo la infeliz relatora ni colores ni arte ni fuerzas.

Toda la tarde he estado sintiendo la misma ilusión en los oídos... ¡Pícara memoria, qué malos ratos me está dando!... Si yo pudiera arreglarla a mi gusto, borraría lo amargo en ella; y entonces ya sería otra cosa bien distinta... Temí que no, viniera usted esta noche, Leto. ¡Como le dejé tan preocupado y es usted tan... especial!... Por otra parte, casi sentía que viniera, pensando en que al verle entrar de pronto... ¡qué yo? ¡Depende de tan poco el que papá, con lo receloso que anda, me haga declararle la verdad!

Lo que es ese no volverá a levantarse dijo Van-Horn . El confite le ha sabido bien amargo, pero lo tenía bien merecido. ¡Ah, pillos! también nosotros tenemos armas que matan como el rayo. Estoy dispuesto a repetir la suerte dijo Cornelio. Al primero que se acerque lo dejo seco. ¡Cuidado! gritó el Capitán.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando