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Actualizado: 7 de mayo de 2025
Preséntele usted con toda la negra realidad de la vida, braceando en este océano de cieno, sin poder flotar, y ahogándose, ahogándose, ahogándose.... Pero, eso sí, déjele usted que se enamore con hidrofobia de la dama de enfrente, porque en ese gran recurso dramático ha de cimentarse todo el edificio novelesco.
¡Viva! balbució Amparo toda enternecida, ahogándose . ¡Viva usted... muchos años! Y el viejo y la niña estaban a dos dedos de romper a llorar, y algunos de los convidados se reían a socapa viendo aquel brazo paternal que rodeaba aquel cuello juvenil. La Unión del Norte ¡Cuidado si hace calor!
Yo reconozco gritaba el capellán ahogándose , que soy un mal sacerdote; pero delante de mí no hay un judío sin vergüenza que se atreva a hablar mal de la Virgen. O se traga usted esas infamias o le rompo el alma... ahora mismo». No puede describirse lo que allí pasó. Voces, gritos, patadas, capas rotas, vasos volcados, terrones por el suelo.
Vuelto a su punto de partida, desde donde le observaba yo lleno de extrañeza, cerró también con llave la puerta, y me dijo placentero y sonriente, pero ahogándose de cansancio: ¿Te asombrarán un poco estos husmeos de lebrel, eh? Respondíle que sí, y añadió: Pues todos son necesarios, con lo curiosas que son las gentes, cuando el caso lo requiere como ahora.
Bufaba la insigne comadrona y resoplaba, ahogándose a pesar del ningún calor y de la mucha y glacial humedad de la atmósfera; cuando penetró en la casucha, revolviose en ella como un monstruo marino en la angosta tinaja en que el domador lo enseña.
Sí, lo soy gritó el enfermo, ahogándose . Me gusta el orden... me gusta lo antiguo... que manden los que tienen que perder. ¿Y la religión? ¡Ah, la religión!... Por ella daría la vida. Y se llevó una mano al pecho, respirando angustiosamente, como si le ahogase el entusiasmo.
La misma perplejidad que asaltó a Currita asaltóle a él también al notar que faltaba el número 4; la dama, ahogándose de ira, veíale marchar con la mano puesta en la llave de la portezuela, como si acechase el instante de salirle al encuentro.
Nina desconfiaba, creyendo que todo era broma del guasón de Antoñito, y que en vez de encontrar a Doña Francisca nadando en la abundancia, la encontraría ahogándose, como siempre, en un mar de trampas y miserias.
Calla. Insensible como un espartano al mal físico, Perucho sólo pensaba en la injusticia cometida con él. No hacía mal... balbució, ahogándose . No-ha-cí a-mal... ningu... no.... Volvió Julián con el ama, pero la criatura tardó bastante en consolarse al pecho. Ponía la boquita en el pezón, y de repente torcía la cara, hacía pucheros, iniciaba un llanto quejumbroso.
Navarro queda solo en la guardia, entorna la puerta y con su florete defiende la entrada; catorce heridas entre golpes de sable y bayoneta lo franquean; y el alférez, apretándose con las manos tres bayonetazos que ha recibido cerca de la ingle, con el otro brazo cubriéndose cinco que le han traspasado el pecho, y ahogándose con la sangre que corre a torrentes de la cabeza, se dirige desde allí a su casa, donde recobra la salud y la vida después de siete meses de una curación desesperada y casi imposible.
Palabra del Dia
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