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Actualizado: 23 de junio de 2025
Un proverbio vasco dice: «El buen valor asusta a la mala suerte.» Y esto es verdad a veces... cuando se tiene buena suerte. Zalacaín era afortunado; todo lo que intentaba lo llevaba bien. Negocios, contrabando, amores, juego... Su ocupación principal era el comercio de caballos y de mulas que compraba en Dax y pasaba de contrabando por los Alduides o por Roncesvalles.
No os creo. Cuando sepáis con quien me caso, lo creeréis. ¿Habláis formalmente, Dorotea? ¡Oh! ¡sí! ¿Y quién es ese afortunado esposo? Me estáis atormentando, Dorotea. Os juro que no tendréis celos del esposo que he elegido. ¿Vais á meteros á monja? ¡Llevar yo á Dios un corazón lleno del amor impuro de un hombre! ¡No, don Juan! no soy tan impía.
Esto y una reputación de rara destreza en el manejo del revólver mantuvo inviolable el recinto del afortunado campamento.
El novio no dio por el momento importancia a la frase; pero tres días después de realizado el matrimonio, la anciana lo hizo levantarse de madrugada y lo condujo a una bocamina, diciéndole: Aquí tienes la dote de tu esposa. La hasta entonces ignorada, y después famosísima, mina de Laycacota fué desde ese día propiedad de don José Salcedo, que tal era el nombre del afortunado andaluz.
El desgraciado Froilán cayó sobre los remos de la galera pirata y desapareció entre las olas; más afortunado Gualtero, alcanzó la cubierta del barco enemigo y se unió á los compañeros del barón. Roger quiso seguir á sus dos amigos en defensa de su señor, pero Tristán de Horla se lo impidió á la fuerza. ¿Cómo has de dar ese salto de muerte, muchacho, si apenas puedes sostenerte en pie? le dijo.
¡Ah! se me olvidaba dijo limpiándose con el pañuelo el sudor que corría hilo á hilo por su frente : por muy afortunado que seas, no puedes pasar toda la noche en palacio; allí sólo estarás un breve espacio... luego... en mi casa no quiero que estés... no sería prudente... Cuando un hombre ocupa con una alta señora el lugar que tú maravillosamente ocupas, debe evitar que esta señora sepa que vive en una casa donde hay mujeres jóvenes y bonitas.
Consideraba con placer cuán afortunado podía llamarme, hoy que los antecedentes de una mujer constituyen un problema para el que se casa, pudiendo recibirlos tan limpios y puros.
Ya lo sabemos todo.... ¡Buena suerte, y gracias por el favor!... Tere está, muy agradecida.... ¿Vió usted a Ricardo? ¡Está que rabia! ¡El que se creía tan afortunado! Estaba seguro de que le correspondería Gabriela.... ¡Buen chasco se ha llevado! ¡Muy merecido!... Pero, señoritas.... ¡Sí, sí, no lo niegue usted!
Más afortunado es el Demonio con María, á cuya celda lleva una noche á Alejandro; éste, desalmado libertino, que nunca ha pensado seriamente en casarse, deshonra á su amada, y la abandona después de conseguir su propósito. María, creyéndose indigna de servir á Dios, vaga por el mundo desesperada, entregándose á todo linaje de excesos, y pasando de escalón en escalón al estado más abyecto.
James regresó á su país sin perder un sólo hombre ni haber tenido un enfermo siquiera. El americano Wilkes y el francés Dumont d'Urville no iban tan bien provistos, de suerte que tuvieron que soportar mil peligros y las enfermedades los diezmaron. Más afortunado James, dando la vuelta al círculo antártico, penetró en medio de los hielos y halló una tierra real.
Palabra del Dia
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