Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de mayo de 2025


Habíale bebido tanto el espíritu de soberbia, que casi le tenía doblado y siendo aún más ignorante, nada le cedía en pertinacia, solo no le sabía imitar en lo Estóico, manifestando en todo el camino del brasero en lo de fuera la rabia y el despecho en que le ardía el corazón: siendo un mismo principio interior causa en el discípulo de un exterior despechado y furioso y en el maestro de una profundísima melancolía, aunque afectada en sosiego; pero cada uno a su modo representaba al vivo un condenado.

Estos y otros dos, que Lázaro no había visto nunca, subieron. Coletilla les había sentido en su sueño de lechuzo, y despertando súbitamente se adelantó hacia la puerta. ¡Hola, ustedes!... exclamó de repente; pero mudando de tono en un instante brevísimo, dijo con afectada frialdad ó indiferencia: ¿Qué se les ofrecía á ustedes?

Vestía con suprema elegancia, con una distinción tan poco afectada que aun las formas más extravagantes impuestas por la moda sobre su cuerpo parecían sencillas y adecuadas. Hacía cuarenta años que llevaba la misma vida de joven alegre y elegante. Jamás había trabajado en nada.

Pero aún más contribuía á turbarle la repetición solemne del nombre de su querida, hecha en voz baja, como una evocación misteriosa y dulce. Así que cuando la maga le dijo con afectada majestad: «En esas siete cartas está escrito tu porvenir» sintió un escalofrío y quedó inmóvil y pálido. María-Manuela volvió las siete cartas, colocándolas en fila, siempre de derecha á izquierda.

Quizás puedas... Lo que tienes que pagar tal vez pueda aplazarse por unos días, mientras que lo mío...». Qué más quisiera yo dijo la otra con afectada conmiseración . Bastante siento que se vaya usted con las manos vacías... El sentido altamente protector de esta frase humilló a Rosalía más de lo que estaba.

Al cabo de unos instantes en que nuestro joven por debajo de sus largas pestañas seguía con mirada inquieta los movimientos de la mano del artista, éste le dijo en voz baja, plegados los labios por una sonrisa afectada que extendía desmesuradamente su boca: Usted es el señorito de Belinchón, ¿verdad? articuló.

Cuando me abandonaba con todo el egoísmo de la pasión á mi secreto éxtasis, del que es fácil se dibujara algún reflejo en mi fisonomía, fuí despertado repentinamente por estas palabras, que me eran dirigidas con voz sorda y en un tono de afectada tranquilidad: ¿Señor Marqués de Champcey, ha habido muchos cobardes en su familia antes que usted?

¡Qué tonta! exclamó Joaquinita, pareciendo que se ruborizaba. Vaya, dígame con franqueza, ¿qué le parece a usted de la soirée de Cachupín? me preguntó, cambiando con afectada volubilidad de conversación. ¿Qué soirée? Esta en que usted se encuentra. ¿Ha estado usted en su vida en otra más cachupinesca? ¡Oh! exclamé apresuradamente. ¡Nada de eso! Es una tertulia muy agradable y distinguida.

Entonces Soledad, volviendo hacia ella su rostro contraído por la ira, dijo con afectada calma: Desde que y Velázquez os entendéis tan bien. Por si se muere Pepe, no quiero serviros de impedimento. Paca soltó una carcajada. ¡Acabases de reventar, criatura!... ¿Conque Velázquez y yo nos entendemos?... ¡Qué traición! ¿verdad ?

Tenía ella demasiado talento y orgullo para mostrarse herida de la corta plática que acababa de tener con su antigua novia. Le acogió con la misma sonrisa, dirigiole la palabra con su habitual y afectada ligereza, y no se acordó ni del nombre de Fernanda. Pero sus labios pálidos se contraían de coraje cada vez que le veía volver los ojos hacia aquélla. Y el incauto lo hacía amenudo.

Palabra del Dia

abisinia

Otros Mirando