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Actualizado: 26 de mayo de 2025


Cansado ya de decepciones y de manzanos, había dejado hacía una hora de prestar la menor atención al paisaje, y dormitaba tristemente, cuando de pronto me pareció apercibir que nuestro pesado carruaje se inclinaba hacia adelante más de lo natural; al mismo tiempo, el andar de los caballos aflojaba sensiblemente y un ruido de hierros viejos, acompañado de un rozamiento particular, me anunciaba, que el último de los conductores acababa de aplicar la última arrastradera á la rueda de la última diligencia.

Doña Beatriz abrazó y besó cariñosamente a su marido, y él correspondió con no menor cariño. Cuídate mucho, Braulio, y vuelve cuanto antes dijo doña Beatriz. Adiós, querida mía. Pronto estaré de vuelta contestó don Braulio. En seguida bajó la escalera, viéndole bajar ambas hermanas, que hasta la puerta, al menos, le habían acompañado. A poco se oyó rodar el coche en que don Braulio iba.

Navarrete, Vida de Cervantes, págs. 113 y 456. Dice así Lope de Vega en el tomo XV de sus Comedias, en la dedicatoria á D. Rodrigo de Tapia, caballero de Santiago, de la titulada El ingrato arrepentido: «Las acciones de una plaza no son inferiores á las justas y torneos de á caballo, antes bien de más gallarda osadía, por la ferocidad del enemigo; que un caballero que en una justa acomete armado á su contrario, si bien lleva el peligro, de quien fué lastimoso ejemplo el rey de Francia, y se celebra con razón la censura de aquel hermano del turco que dijo que para veras era poco y para burlas mucho, no le tiene tan grande como esperando un toro: la destreza, ánimo y valentía con que vuestra merced acometió y rindió la fiereza del más bravo que ha visto el Tajo ni creado Jarama en sus riberas pareció á los ojos de S. M., de SS. AA. y de toda esta corte una acción digna de tales años, de tales ascendientes y de tales obligaciones que, acompañado de tales galas, me obligó aquel mismo día á provocar las musas, con envidia de otras plumas», etc.

No podía hablar de otro modo al maestro; pero el iba acompañado de un gesto grave, de una expresión de ingenuo respeto. Su familiaridad era semejante a la de los antiguos escuderos con los buscadores de aventuras. Torero desde el cuello al cogote, el resto de su persona tenía a la vez de sastre y ayuda de cámara.

por cierto; me buscáis el asonante. ¡Sois terrible! Soy... Quevedo. ¿Habéis acompañado á una dama? ; ¿quién os lo ha dicho? Los enredos son mi sombra; en viniendo yo á la corte, se vienen á mi los tales á bandadas, y lo que es peor, enrédanme, me sofocan, me traen de acá para allá, me sudan y me trasudan, y ni con reliquias de santo que lleve encima, dejan de acometerme.

Por el camino preocupábanle las palabras de don Eugenio, la triste sonrisa con que había acompañado su última pregunta. Subió al trote la escalera de su casa, dando un vigoroso tirón a la campanilla. Abrió Visanteta, y al verle comenzó a darle explicaciones antes que él preguntase. Las señoritas habían salido; estaban en casa de «las magistradas». Bien; pero ¿y el señor Cuadros, no está aquí?

El verbo es no expresa union de predicado con el sujeto, sino identidad; cuando va acompañado de la negacion diciéndose no es, se expresa simplemente la no identidad, prescindiendo de la union ó separacion.

Pronto salió de ella acompañado de Tiburcio que le seguía como su sombra. Yo no podía estar allí dijo Morsamor . Aquel ambiente me sofocaba. Me consideré reo del sacrilegio más espantoso.

, don Rodrigo Calderón; pero saldrá tarde; aunque te llaman luego á palacio, esto importa más, créeme; espera aquí, porque podrá suceder que don Rodrigo salga temprano, dentro de un momento; podrá suceder también que salga acompañado; en ese caso... déjale, y vuelve mañana á este mismo sitio hasta que le veas solo. ¿Pero estás seguro de tu valor y de tu destreza?

Verdaderos o falsos estos dichos maliciosos, el resultado es que D. Bernardo se encontró casado, y fue necesario que su esposa salvase de un golpe la enorme distancia que mediaba entre su humildad y la grandeza y autoridad que habían acompañado al Sr. de Rivera desde sus más tiernos años. ¿La salvó en efecto esta señora?

Palabra del Dia

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