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Actualizado: 14 de mayo de 2025
El tiempo que le dejaban libre sus ocupaciones, que era la mayor parte del día, pasábalo sentado á la puerta de la casa en la misma forma que ahora, recreándose en dar vaya á cuantas personas cruzaban por delante ó en piropearlas si el transeunte acertaba á ser alguna zagala fresca y sonrosada. Por eso se le temía y se le huía como á mosca de cuadra.
Estas y otras razones de un orden egoísta militaban también contra la viuda, a par de las razones legítimas y de sustancia; pero todas las razones se revestían del mismo hábito religioso, de manera que el propio D. Luis no acertaba a reconocerlas y distinguirlas, creyendo amor de Dios, no sólo lo que era amor de Dios, sino asimismo el amor propio.
Tonterías contestaba severamente Polsikov . No sé lo que puede encontrarse en ella. Del color del betún... No, amigo; careces de gusto. La negra es una cosa... Hasta entonces no había pensado nunca en las negras, y no acertaba a dar con la definición justa. ¡Tienen temperamento! Pero Polsikov no se dejaba convencer y seguía discutiendo.
Quizá no fuese todo sino un poco de esa simpatía que, a modo de limosna, dispensa el poderoso al miserable. El pesimismo, compañero eterno de la desgracia, le dijo que acertaba. ¿Qué otra cosa podía ser? Pero luego la imaginación venció a la cordura y el desvarío del pensamiento se sobrepuso a la mentida frialdad de que Pepe quiso hacer alarde ante sí propio.
»Tan grande era el terror que experimentaba al ver acercarse la tempestad, que no acertaba a pronunciar una palabra. Para colmo de humillación, Teobaldo, que acababa de llegar, entró en el salón. Mi tío le informó de lo que se trataba. »Hela aquí dijo, tomando la carta, que Carlos tenía en la mano; he aquí la discípula de usted, que nos va a leer su traducción.
Cuando algun individuo mataba un tigre, ó le acertaba un flechazo, tenia que buscar en el instante al sagrado ministro, á fin de saber el nombre del animal muerto ó herido para adoptar este nombre por suyo, dejando el que sus padres le dieran al nacer.
Mira tú por dónde lo que algunos podrían tener por malo, es bueno en medida razonable». Mauricia estaba tan agradecida, que no acertaba a expresar su gratitud.
Necesitaba que las personas le gustasen ó le disgustasen para fijarse en ellas, y con gran dificultad acertaba la gente á gustarle, y mucho menos á disgustarle. Así es que, mostrándose muy urbano con todos, apenas reparó en ninguno. Al toque de oraciones sirvieron el refresco.
Otra cosa parecía interesarla: algo que no acertaba a decir, pero la hacía verter lágrima tras lágrima. El siñó Pep luego de cerrar la puerta de la casa, se había paseado más de una hora por la cocina mascullando palabras y cerrando los puños. «¡Aquel don Jaime!... ¡Empeñarse en conseguir lo que era imposible!... ¡Testarudo como todos los suyos!...
Andrés se interpuso y logró que la moza no arrojase más guijarros sobre el desdichado seminarista, que estaba a punto de pasarlo muy mal si uno de ellos le acertaba; mas los denuestos continuaron a más y mejor, mientras se iba aplacando lentamente la cólera.
Palabra del Dia
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