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Por esta falta de conocimiento en lo tocante á la esencia de las cosas, nos vemos con frecuencia precisados á conjeturar su dependencia por solo su coexistencia ó sucesion; infiriendo que la una depende de la otra, porque algunas ó muchas veces existen juntas, ó porque esta viene en pos de aquella.

Escogido, pues, el lugar para la nueva fundación, ordenó el P. Superior no se emprendiese la fábrica, sin haber hecho primero la sementera y tener con qué vivir: mas el pueblo no quiso esperar tanto, por ver siempre á sus ojos la muerte en aquel clima inficcionado mucho tiempo antes de la peste; por lo cual se vieron los Padres precisados á seguir los indios, y el P. Superior, pasando á San Joseph, halló solos á los Misioneros, que con su ajuar estaban ya de partida para seguir á los neófitos.

Pero no obstante esta mudanza que ahora hicieron, se vieron precisados á retirarse de las cercanías de aquella ciudad por causa del gradísimo daño que suele causar á los recién convertidos á nuestra santa fe el mal ejemplo de los cristianos viejos que han nacido y vivido en ella, los cuales hacen abominable nuestra ley santa con sus escandalosos procederes; y si la profesan con las palabras la niegan con las obras, viviendo más con la libertad de infieles, que arreglados á los dictámenes cristianos de nuestra religión santísima.

Este mismo dia 15 salieron en la lancha el piloto D. Diego Varela y el Padre Quiroga á sondar el canal de la entrada, y marcar todos los bancos que hay en su boca: pero por el viento recio se vieron precisados á desembarcar en una pequeña ensenada, donde echando la red los marineros, la sacaron llena de peces grandes, todos de una especie, que parecen truchas de siete á ocho libras.

Continuando la division, nos sucederá siempre lo mismo: luego para llegar á lo inextenso, hemos de pasar por una serie infinita: lo que en otros términos equivale á decir que no llegarémos jamás. Por manera que para continuar la division hasta lo infinito nos vemos precisados á suponer partes infinitas, y por tanto, la existencia de un número infinito actual.

Nos vemos precisados á costear por el Mediterráneo á fin de aparecer en Niza, en Nápoles, en Palermo y en Alejandría, engañando así á los que nos observan. Pero repentinamente cambiaremos de rumbo, pasaremos el canal de Suez, nos lanzaremos á todo vapor en el mar de las Indias y, por Colombo, llegaremos á la Nueva Caledonia.

Cuando se escribe en público hay siempre algunas formalidades que cubrir, y muchas consideraciones que guardar; no pocos dicen lo contrario de lo que piensan; y hasta los mas rígidos en materia de veracidad se hallan á veces precisados ya que no á decir lo que no piensan, al ménos á decir mucho ménos de lo que piensan.

Los ingleses, ú otros cualesquiera enemigos de la España que naveguen á estas costas, solo podrán hallar en el Puerto Deseado un asilo contra los temporales que se experimentan por el invierno á lo largo de la sonda de la costa patagónica, pero, de ningun modo formar desde allí expedicion alguna contra los establecimientos que tenemos en la América Meridional; porque en el caso de que intentaren venir hácia el norte, y entrar en las provincias del Rio de la Plata, se verian precisados á atravesar unos vastísimos desiertos, en los cuales pereceria infaliblemente la mayor parte de ellos: y si intentasen penetrar hasta la costa del sud, no podrian conseguirlo sin pasar por la cresta de los Andes, que se dirigen ò proyectan de norte á sud á lo largo de esta América hasta la orilla septentrional del estrecho de Magallanes: y siendo esta empresa tan difícil y peligrosa que casi raya en lo imposible, parece que nada debemos temer por esta parte de nuestros enemigos.

Véase la vida y muerte de S. Eulogio escrita por Paulo Alvaro. Habiamos pensado dar al lector un estrado de las piezas referentes á la causa formada al célebre inquisidor Luzero con motivo de sus sanguinarios escesos; pero nos vemos precisados á retirarlo por su escesivo volúmen.

El buen natural de estos indios parece franquearía la entrada a su reducción y conversión, pero en nada menos piensan que en reducirse; y, aunque no les es repugnante nuestra religión, les es la sujeción que ven en los indios de estos pueblos reducidos a pueblos, y precisados a trabajar, lo que a ellos no sucede.