United States or Mali ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cuando en verano, Gallardo, con toda su gente, iba a un café cantante en alguna capital de provincia, ganoso de juerga y alegría luego de despachar los toros de varias corridas, el Nacional permanecía mudo y grave entre las cantaoras de bata vaporosa y boca pintada, como un padre del desierto en medio de las cortesanas de Alejandría.

Los ojos de Blasillo brillaban ciertamente tanto como las facetas centelleantes de los frascos de vidrio: Vamos a Alejandría, comandante dijo incorporándose.

Ocupaban el coche un caballero de noble aspecto, de barba gris, y una señorita que atraía las miradas de la multitud por su hermosura y la elegancia de su traje. Vestía de color obscuro y llevaba cubierta la cabeza con un gorro de blondas sobre las cuales resaltaba una rosa de Alejandría. Un grupo de galanos jinetes se detuvo para saludarla. Era Gabrielita. El coche pasó como un relámpago.

Un buen emir me recogió con mi hermana y me envió al colegio, porque hay más instrucción y más colegios en Alejandría que en todas las Españas, Blasillo. Le creo a usted, comandante. Aprendí allí la lengua francesa, el español, la ciencia de los números, el arte náutico. Salí de allí hecho un buen marino. ¡Y que lo diga usted!

El Mediterráneo le inspiraba desprecio, con sus puertos como Alejandría y Nápoles, verdaderos pudrideros de todo el detritus de Europa. «Desde Gibraltar a Suez decía , ladrones a la derecha y a la izquierda. Antes robaban en el mar, y ahora esperan en los puertosSu amistad con Sánchez Morueta, que databa de la infancia, le había proporcionado un retiro en tierra.

En los numerosos inventarios de los tesoros de los templos, se trata del samit de Persia, de Egipto, de Alejandría, el baudequin de Bagdad, etc.... En el saqueo de Antioquia en la toma de Constantinopla en Damieta los Cruzados encontraron entre otras riquezas, cantidad de telas.

¡Maldito Gutenberg! ¿Qué genio maléfico te inspiró tu diabólica invención? ¿Pues imprimieron los egipcios y los asirios, ni los griegos, ni los romanos? ¿Y no vivieron, y no dominaron? ¿Que eran más ignorantes, dices? ¿Cuántos murieron de esa enfermedad? ¿Qué remordimientos atormentaron la conciencia de Omar, que destruyó la biblioteca de Alejandría? ¿Que eran más bárbaros, añades?

Desterróse en él para siempre á centenares de familias, condenóse á mas de quince mil hombres á andar errantes y desnudos por las costas de Africa. ¡Pobres proscritos! Los hubo que tuvieron que ir á buscar un albergue en el Egipto, conquistando á fuerza de armas la ciudad de Alejandría. ¡Cuántos entre estos no perecieron en el camino de hambre y de fatiga!

Un poco más lejos estaban, reunidos en un solo plantío, erguidos sobre sus esbeltos troncos, los rosales de la Malmaison y Alejandría, que Josefina cuidaba para engalanarse luego con las rosas que ella misma había regado. Todo pronunciaba su nombre, y, por extraña casualidad, el único balcón en que había luz era el suyo.

De Turin hay caminos de hierro á Novara, Génova, Alejandría y Suse, al mismo pié de los Alpes. Las líneas todas son muy importantes, en especial las de Novara y Génova: los carruajes son buenos, excelente nivelacion, movimiento y servicio. El camino de hierro de Turin á Suse, línea de unas catorce leguas españolas, habla muy alto en pro del Piamonte.