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El hombre no puede inventar el lenguaje. Esta invencion excede á cuantas se pueden imaginar ¿y se quiere atribuirla á hombres tan estúpidos como son los que carecen del lenguaje? Menos extraño seria que un hotentote inventara de repente el cálculo infinitesimal. En el discurso mas sencillo se encuentran muchas ideas físicas, metafísicas y morales.

Pero mi propósito no es hundirme en consideraciones metafísicas acerca del amor; tengamos lástima al que le ha dejado tomar incremento en su corazón, y pasemos como sobre ascuas sobre tan quisquilloso argumento.

Desenvuelvo yo mi idea, y nacen el arte, las religiones y la ciencia. Y la creación del Uno y mi creación se compenetran y confunden y vienen a ser la misma. ¿Me entiendes ahora? MARINO. Me pasmo de tu claridad. Con sobrada razón mereces apellidarte el sumo pontífice de todas las creencias, el gran ciudadano de todas las repúblicas y el archi-metafísico de todas las metafísicas.

En tal caso, la moralidad parece, segun nuestro modo de concebir, que precede á su representacion; esto es, que la moralidad está representada en el entendimiento divino, porque ella es; pero no es, porque esté representada. En el órden moral llegamos á un caso semejante al de las esencias metafísicas y geométricas.

Aun las ciencias metafísicas, en lo que tienen de mas sólido, que es lo ontológico, cosmológico y teológico, son puramente objetivas; la ideología y psicología que versan sobre el sujeto, se resienten ya de la oscuridad inherente á todo lo subjetivo; la ideología apenas sale de los límites de la pura observacion de los fenómenos internos, observacion que para decirlo de paso suele ser escasa y muy mal hecha, se pierde en vanas cavilaciones; y la misma psicología, ¿qué es lo que tiene verdaderamente demostrado sino la simplicidad del espíritu, consecuencia precisa de la unidad de conciencia?

Octavio sintióse aún más lisonjeado por estas palabras que por el buen sitio que la condesa había otorgado á su clavel, y mientras caminaban en dirección á la huerta se enredó en un laberinto de explicaciones metafísicas sobre las diferencias y afinidades que existen entre la galantería, el amor, la amistad, la simpatía, etc., etc.

Y tanto por el cariño que inmediatamente nació en su corazón, como por conceder un desahogo á las imaginaciones que desde hacía tiempo bullían en su cabeza, comenzó á ensayar en sus relaciones todo aquel conjunto de metafísicas amorosas y zalamerías aristocráticas de que estaban plagadas las novelas que más á menudo leía.

Claro está que quien escribe una novela, así como toma para elementos o materiales con qué escribirla los casos de la vida vulgar y ordinaria observados por él, también puede tomar las doctrinas, creencias, aspiraciones, ensueños, ideas religiosas y metafísicas, y en resolución, todo cuanto cabe en la mente humana y la agita.

Los dos ilustres filósofos llegaban á un mismo punto partiendo de principios muy diversos: Descartes estriba en razones metafísicas, fundadas en la esencia de las cosas; Leibnitz no se apoya en la esencia absoluta, sino en sus relaciones con la perfeccion divina. La capacidad vacía, no era contradictoria en sentir de Leibnitz, sino en cuanto se oponia al optimismo.

Los adelantos materiales han ahogado de un siglo a esta parte las disertaciones metafísicas, las divagaciones científicas; y la razón, como se clama por todas partes, ha conquistado el terreno de la imaginación, si es que hay razón en el mundo que no sea imaginaria. Los hechos han desterrado las ideas. Los periódicos, los libros.