United States or Luxembourg ? Vote for the TOP Country of the Week !


Decía: «Aun más de lo que os amo os amara si, en llegando a Salamanca, me escogieseis vos mesmo, en la tienda que llaman del Zamorano, una gallarda vihuela de lindo sonar. Quisiera viniese, luego luego, por medio de algún viajante, pues tengo harta necesidad. Dícenme que el cura de San Juan debe volver esta semana. »Dichoso viaje, mi señor bachiller. Beatriz.

Dícenme que del valle de Lecrín bajaste a Granada con intento de acudirme con una banda de jinetes en la jornada a que sin tu ayuda vengo de poner fin. Mas en vez de verte llegar al frente de tus caballeros, te oigo rendido a los pies de una mujer. ¡Fuera ella más hermosa que la que cautivó a Abdalazis, debieras abandonar a tu amigo, a tu hermano, a la gloria, en fin, por tan mezquino objeto!

Y hélos do vuelven luego con ellos, y toman la llave y llámanme, y llaman testigos y abren la puerta, y entran a embargar la hacienda de mi amo hasta ser pagados de su deuda. Anduvieron toda la casa y halláronla desembarazada, como he contado, y dícenme: "¿Qué es de la hacienda de tu amo, sus arcas y paños de pared y alhajas de casa?" "No yo eso", les respondí.

Dícenme que gobiernas como si fueses hombre, y que eres hombre como si fueses bestia, según es la humildad con que te tratas; y quiero que adviertas, Sancho, que muchas veces conviene y es necesario, por la autoridad del oficio, ir contra la humildad del corazón; porque el buen adorno de la persona que está puesta en graves cargos ha de ser conforme a lo que ellos piden, y no a la medida de lo que su humilde condición le inclina.

Yo no tengo la culpa contestó tímidamente el aldeano, haciendo un cuarto de conversión hacia la puerta.... Yo soy un probe ... ¡muy probe!, señor don Silvestre; tengo un güerto que me da para ayudar la vida, cáese la paré, entran por ella los animales, destrózanme la probeza que había en él, dícenme: «Fulano tiene la culpa»; y ... ¡qué menos he de hacer que pedir lo que en ley se me debe!... Pero añadió, enternecido, dirigiéndose á la puerta, dicen ustedes que me he equivocao, y yo lo creo.... Perdonar la falta..., y queden ustedes con Dios....

Dícenme que en ese lugar hay bellotas gordas: envíeme hasta dos docenas, que las estimaré en mucho, por ser de su mano, y escríbame largo, avisándome de su salud y de su bienestar; y si hubiere menester alguna cosa, no tiene que hacer más que boquear: que su boca será medida, y Dios me la guarde. Deste lugar. Su amiga, que bien la quiere, La Duquesa.

Dícenme que es muy elegante llevar así el cabello, largo y empastado, como una peluca natural, si caben juntos los dos términos. Para terminar el tocado se ponen una espesa capa de vaselina, a fin de que brille mucho el pelo, única cosa brillante en sus cerebros. Después, cuando van de visita, dejan en los respaldos de los sillones y almohadillas la huella de sus peinados.

Pelayo, ¿irás conmigo A la corte? PELAYO. Y tan contento De ver lo que nunca he visto, Sancho, que los pies te beso. Dícenme acá de la corte Que con huevos y torreznos Empiedran todas las calles Y tratan los forasteros Como si fueran de Italia, De Flandes o de Marruecos. Dicen que es una talega Donde junta los trebejos Para jugar la fortuna, Tantos blancos como negros.

Y ¿qué había de hacer yo? Tampoco hoy me opongo, aunque cuanto más se acerca la hora de despedirme de él.... ¡Pobre hijo mío!... Dícenme que puede hacerse rico...; ¡y nosotros somos tan pobres! ¡Ofrecen tan poco para un hombre estos cuatro terrones que el Señor nos ha dado!... ¡Ay, si

De que esto me oyeron, van por un alguacil y un escribano. Y helos do vuelven luego con ellos, y toman la llave, y llámanme, y llaman testigos, y abren la puerta, y entran a embargar la hacienda de mi amo hasta ser pagados de su deuda. Anduvieron toda la casa y halláronla desembarazada, como he contado, y dícenme: "¿Qué es de la hacienda de tu amo, sus arcas y paños de pared y alhajas de casa?"