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La causa porque caiste, y porque humilde bajaste de la gloria en que te viste, fué la verdad que dejaste, la vanidad que seguiste. Ya no eres la princesa de todas otras naciones: ya tu altivez es bajeza. Tu diadema y tu grandeza se han vuelto en tristes prisiones. Ya tu palacio real humilde cubre la tierra en exequia funeral: la paz antigua es la guerra, y el bien antiguo es el mal.

De modo que las palabras son griegas y significan: « eres un ángel que bajaste del cielo a la tierra, tomaste cuerpo gentil y te convertiste en ManolitaSospecho que usted se chancea. ¿Cómo han de decir tanto cuatro palabras nada más?... ¿Que es paráfrasis y no traducción? Entonces ya se comprende. Pero dejémonos de paráfrasis. No estoy para ellas, ni para que me echen piropos.

Pero entonces bajaste la cabeza... y huiste; y yo creí lo peor, porque no podía creer otra cosa; y el daño quedó hecho así. Ahora, cuando menos tengo que dudar, me afirmas lo contrario; y una duda no es bastante remedio para curar una herida tan grande. »¿Qué había de replicar yo a este nuevo latigazo de la justicia de Dios!

Si tuviésemos un amparo de leña encenderíamos una hoguera. No se distingue en esta oscuridad ... ¿Eres , Fuso Negro? Si bajaste por este arenal de lobos, acaso sabrás en qué playa echaron las olas el cuerpo de un ahogado. A la media noche llegaron a decírmelo. Batieron en la ventana. No conocí quién era. ¿Inda la mar no quiso darte el cuerpo de Venturoso?

Dícenme que del valle de Lecrín bajaste a Granada con intento de acudirme con una banda de jinetes en la jornada a que sin tu ayuda vengo de poner fin. Mas en vez de verte llegar al frente de tus caballeros, te oigo rendido a los pies de una mujer. ¡Fuera ella más hermosa que la que cautivó a Abdalazis, debieras abandonar a tu amigo, a tu hermano, a la gloria, en fin, por tan mezquino objeto!

Y mientras el padrino contestaba «tra, tra; tra, tra», como si con un martillo golpease el jierro, te pusiste coloradilla y bajaste los ojos leyendo al fin en los míos. Y yo me dije: «Güeno, esto va bien». Y bien fue: pues, sin saber cómo, nos dijimos nuestro querer.