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Los que se hayan reido de esta doctrina, que se descubre tanto mas profunda cuanto mas se reflexiona sobre ella, se han manifestado superficiales en lo concerniente á las relaciones de las cosas espirituales con las corpóreas.

Si quiero elevarme a la inteligencia y a la causa soberanas, a través de todas las manifestaciones corpóreas de su omnipotencia, tengo primero que subir por mil grados hasta llegar a dichos númenes, y aun después, desde los númenes hasta el manantial inexhausto de lo celeste y terrenal, del espíritu y la naturaleza, hay una peregrinación harto penosa.

Recibida con tanto gusto la invitación, Pablito se adelantó hacia su noble antepasado don Fernando, tendiéndole la mano para que descendiese el primero. El anciano tomó formas corpóreas, y saltó del cuadro al suelo con la agilidad de un hombre acostumbrado a los hípicos ejercicios de combate.

A la vista de estas y otras muchas reflexîones, que subministran la Animástica y Metafísica, se entiende, que hay en nosotros un principio producidor de estos actos, el qual es de muy distinto ser y naturaleza que la materia; porque así como conocemos las cosas materiales y corporeas que hay en nosotros por las afecciones perpetuamente inseparables de ellas, como la extension, impenetrabilidad, solidez, &c. que dexan impresion en nuestros sentidos y imágenes en la fantasía, del mismo modo alcanzamos que hay en nuestra constitucion otro principio ageno de las referidas afecciones, con facultad de producir otras muy diversas, no solo en su ser, sino en sus propiedades, de modo que para separar estos principios constitutivos del hombre, así como al que es extenso, sólido é impenetrable le llamamos cuerpo, porque goza de las propiedades inseparables de las cosas corporeas, al otro le llamamos espíritu, porque por el general consentimiento de los Filósofos se da este nombre al ser inmaterial, que no participa ni puede participar de lo corporeo, antes tiene distinta naturaleza y opuestas afecciones á las de la materia.

En cualquier instante, con un esfuerzo de su voluntad, podía convencerse de que no eran sustancias corpóreas sino creaciones de su inquieta imaginación; pero á pesar de todo, en cierto sentido, eran las cosas más verdaderas y reales con que el pobre ministro tenía ahora que hacer.

Cuando encontramos un lazo de varias sensaciones que las une por decirlo así en un mismo punto, aquello en que concebimos que se unen, lo llamamos substancia. Y como encontramos en la naturaleza muchos de esos puntos independientes entre , naturalmente decimos que hay muchas substancias corpóreas.

A esto se reduce nuestra ciencia: todo cuanto se añada sobre este punto, no puede pasar de hipótesis y conjeturas. En vano se me preguntará, qué es este ser: dadme la intuicion de la esencia de las cosas corpóreas, y os lo diré; pero mientras no las conozco sino por sus efectos, es decir, por las impresiones que en producen, no lo .

Las acciones que el hombre exercita, ó son materiales y corporeas, ó espirituales. El Alma es á la verdad la causa principal de todas; pero se diferencian entre , porque las primeras se executan por disposicion del cuerpo, y las segundas especialmente existen en el Alma.

Un criado les hizo subir la amplia escalera de mármol, y en ella volvió a sorprenderse el torero viendo retablos con imágenes borrosas sobre un fondo dorado, vírgenes corpóreas que parecían labradas a hachazos, con los colores pálidos y el oro moribundo, arrancadas de viejos altares; tapices de un tono suave de hoja seca, orlados de flores y manzanas, unos representando escenas del Calvario, otros llenos de gachós peludos, con cuernos y pezuñas, a los que parecían torear varias señoritas ligeras de ropa.

Contemplando la tranquilidad de aquellas santas mujeres, su apacible recogimiento, la vaguedad aparente de sus formas corpóreas, aquel silencio de sus pasos que les asemejaba a simples creaciones de la luz en el fondo de la cámara obscura; contemplando aquella calma de sus rezos, que nadie oía, sentí envidia de los que sumergen su vida en la dulce sombra de un claustro.