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Actualizado: 6 de junio de 2025
Volvióse de una manera nerviosa Montiño, y vió detrás al tío Manolillo que le presentaba una escudilla de madera. Estremecióse el triste del cocinero. El bufón le miraba de una manera terriblemente fija y con una expresión que era un misterio para el cocinero mayor. ¿Qué queréis? dijo Montiño con la voz temblorosa de miedo.
Guillermina, en aquellas grandes crisis oratorias, tuteaba a todo el mundo... Después de empujar hacia la puerta a Jacinta y a Rafaela, volviose al desgraciado, que no acertaba a decir palabra, y echándose a reír con angélica bondad, le habló en estos términos: «Perdóname que te haya tratado duramente como mereces... Yo soy así. Y no te vayas a creer que me he enfadado.
Cuando oyó anunciar mi nombre, por un impulso de familiaridad que no tenía por qué reprimir, volviose hacia mí apartándose un poco de los que la rodeaban y se me mostró, de pies a cabeza, como imprevista imagen de todas las seducciones. Era la primera vez que la veía así, en traje espléndido e indiscreto de baile.
Soñaba día y noche con las praderas y las montañas de su tierra; y antes de enfermarse de un «cordial» que le matara, volvióse a ella más que de paso, a los dos años no cumplidos de haberla dejado por tentaciones del enemigo malo.
Volvióse rápidamente, y á la difusa luz de las estrellas creyó ver un bulto negro saliendo del camino con silencioso salto y ocultándose detrás de un ribazo. Batiste requirió su escopeta, y montando las llaves se aproximó cautelosamente á dicho sitio. Nadie.... Únicamente á alguna distancia le pareció que las plantas ondulaban en la obscuridad, como si un cuerpo se arrastrase entre ellas.
Al salir de su fementido lecho, la transición del calor al frío le hizo sentir en las entrañas dolorcillos como si se las royese poquito a poco un ratón. Púsose pálida, y le ocurrió la terrible idea de que llegaba la hora. Volviose al lecho, creyendo que allí se calentaría: cerró los ojos y no quiso pensar.
Hablábanse en voz baja, estrechadas sus manos y mirándose en los ojos, cuando el señor de Sontis sorprendió en la mirada de Juana una llama, que ciertamente no le estaba designada; volviose inmediatamente hacia el lado del bosque, siguiendo la dirección de la mirada de la joven, y vio, algo oculto entre los árboles, hacia la extremidad del camino, a un hombre que parecía indeciso en continuar o no; aquel hombre dio súbitamente vuelta a la espalda, y tomó otro camino, desapareciendo entre el ramaje.
Quevedo se puso en medio de la calleja, y desnudó la daga y la espada. Hemos dicho que la noche era muy obscura. Defendéos ú os mato dijo Juan Montiño á dos pasos del que había salido por el postigo. Volvióse éste y desnudó los hierros. ¿Y por qué queréis matarme? dijo. Juan le contestó con una estocada. ¡Ah! vos sois el mismo de antes dijo don Rodrigo, que él era.
Pues, señor, ahí va D. Francisco hacia la casa del señor aquél, que, á juzgar por los términos aflictivos de la carta, debía de estar á punto de caer, con toda su elegancia y sus tés, en los tribunales, y de exponer á la burla y á la deshonra un nombre respetable. Por el camino sintió el tacaño que le tiraban de la capa. Volvióse... ¿y quién creéis que era?
Doña María, de roja que estaba volviose pálida y cerró los ojos, y respiró con fuerza, y el torbellino de su dignidad se le subió a la cabeza, y se mareó, y estuvo a punto de caer desmayada. No esperaba yo tales irreverencias del Sr. D. Tadeo Calomarde dijo con voz entrecortada por la ira . El Sr. D. Tadeo Calomarde no sabe quién soy; el Sr.
Palabra del Dia
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