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Actualizado: 18 de julio de 2025
Materne, desde lo alto de la roca, estuvo escuchando un momento; después, alegremente, dijo: ¡Se han marchado!... Pues bien...; vamos a ver. Tú, Frantz, quédate aquí... por si volviera alguno... A pesar de la advertencia, los tres bajaron adonde se hallaba el caballo. Materne cogió acto continuo la brida, diciendo: ¡Bien, amigo mío!; ahora te enseñaremos a hablar francés. ¡Vámonos! dijo Kasper.
¿Qué iba á hacer?... Su propósito era decirle dos palabritas á aquel advenedizo que se metía á cultivar lo que no era suyo; una indicación muy seria para que «no fuese tonto» y se volviera á su tierra, pues allí nada tenía que hacer. Pero el tal sujeto no salía de sus campos, y no era cosa de ir á amenazarle en su propia casa. Esto sería «dar el cuerpo» demasiado, teniendo en cuenta lo que podría ocurrir luego. Había que ser cauto y guardar la salida. En fin... un poco de paciencia.
Recordando las palabras que le había oído, exclamé, viéndola alejarse: ¡Feliz el hombre que logre agradarle! ¡Feliz el esposo que ella elija!... Pasó aquel año y el invierno siguiente sin que volviera a ver a Cecilia, pues no voy casi nunca a las reuniones. Al comenzar la primavera de 1833 me aburría soberanamente. ¿Por qué?
A este sí que le tengo miedo». Y ella declaraba con su sinceridad de siempre que, en efecto, le conservaba ley al maldito autor de sus desgracias... no lo podía remediar; pero que si la buscaba otra vez, ya sabría ella resistir y darle con toda la fuerza de su honradez en los hocicos, para que no volviera a ser pillo.
Inmediatamente fué artillado y despachado con tropas para Olongapó; pero hubo de darse orden á otro cañonero nuestro para que volviera á petición del almirante Dewey, á fin de resolver la reclamación del cónsul francés acerca de dicho vapor.
Algunos padres continuarán creyendo que estas verdades son cuentos de bruja, coplas de Calaino; pero los resultados tienen una elocuencia que no miente. La familia del estudiante le mandó que volviera á Rodhese; pero el estudiante no volvia. Los padres de la novia la prohibieron que se asomara á los balcones con el fin de ver á su amante; pero la novia se asomaba. ¡Poesías! ¡Pura poesía!
Todo consistía en ser buen hijo, en dejarse guiar por ella, la que mejor le quería en el mundo... Ahora diputado y después, cuando volviera de Madrid, a casarse. No faltarían buenas muchachas, educadas con el temor de Dios, y además millonarias que se darían por contentas siendo su mujer. Rafael la atajó con una débil sonrisa.
Entonces ¿usted volvió al lado de la Condesa y se mostró arrepentido de sus faltas para con ella, únicamente porque necesitaba usted dinero? ¿Qué dice usted? profirió Zakunine desdeñosamente. Y entonces ¿por qué? insistió el juez. Yo le sugerí que volviera al lado de la Condesa dijo la joven. Y como el Príncipe hiciera un nuevo movimiento de protesta, agregó: No tema usted perjudicarme.
Es necesario dijo, no sin un resto de amargura dejar tiempo para que se le sequen las manos. Desde entonces su humor cambió completamente; parecía gozan: con la vida y el porvenir presentarle algún interés, bastante para reanimar un poco su actividad y su espíritu. Volvió, pues, a reunirse a su marido a fines de septiembre y entró en su casa tan naturalmente, cual si volviera de un viaje.
Celebráronse varias con el citado Comandante en las noches del 16 de Marzo al 6 de Abril, quien solicitando de mí volviera á Filipinas para reanudar la guerra de la independencia contra los Españoles, ofrecióme la ayuda de los Estados Unidos, caso de declararse la guerra entre ésta nación y España.
Palabra del Dia
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