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Actualizado: 25 de junio de 2025


Lo decía con convicción, vibrando todos los músculos de su cara varonil, ardiendo como brasas sus ojos de moro veteados por la pasión con venillas de sangre. Y Leonora le miraba ahora con apasionamiento, como si viese un hombre nuevo. Estremecíase con una emoción nueva al oír los bárbaros ensueños, las amenazas de muerte.

Sin tiempo para pensar en lo que aquello sería, pero movido de recelosa curiosidad, intentó Morsamor ir adonde sonaba el ruido a fin de enterarse de todo. En pie estaba ya para realizar su intento, cuando por el lado contrario, se abrió una puertecilla, penetró por ella un bulto y Morsamor oyó una voz varonil que decía: ¡Voto a los demonios todos del infierno! ¡Olimpia! ¡Olimpia! ¿Estás ahí?

Sus pies se asentaban en el suelo con firmeza varonil, tranquila y segura de la nueva fuerza que se desarrollaba en su interior. Cuando una caricia de él le recordaba su condición de mujer, decía siempre lo mismo: ¡Qué suerte que seas extranjero!... ¡Qué dicha verte libre de la guerra!

Empezaba a hacer los juicios a que daba ocasión esta extraña conducta de la Virgen, cuando oyó una voz varonil y chillona que decía: ¡Florentina, Florentina! Aquí estoy, papá; aquí estoy comiendo moras silvestres.

La poesía verdadera es la sintesis, la suprema revelacion de la verdad; pero los pueblos que se hallan en la situacion de España, necesitan de espíritus vigorosamente analíticos que escudriñen, revelen y hagan palpar las debilidades de la sociedad. La juventud española tiene bellas cualidades: patriotismo, fe, entusiasmo y ambicion varonil.

Edwin creyó ver que era el doctor quien había tomado la iniciativa, de estas caricias, con una impetuosidad varonil. Pero esto no le produjo extrañeza alguna. Ya estaba acostumbrado á las tergiversaciones de este mundo dominado por las mujeres. Lo que él deseaba era conocer el rostro de la joven universitaria y oir lo que se decían ambos, pero no resultaba empresa fácil.

Al oir en boca de Lucía el nombre y apellidos de su amiga y la última inocente pregunta, el Comendador se estremeció, se turbó; el color rojo, que había teñido antes las mejillas delicadas de Clarita, se diría que había pasado con más fuerza á encender el rostro varonil de D. Fadrique, curtido por el sol de India y por los vientos de los remotos mares.

Entre ellas el Canto á la derrota del Quebracho, la Muerte de Zacarias Alvarez, la Elegía á Lavalle, El Grito de Alarma en 1841 y su composicion Al 25 de Mayo en 1844, durante el sitio de Montevideo, son verdaderas páginas históricas llenas de vida, en que las heróicas pasiones de sus contemporáneos acompañan el canto varonil del poeta.

Oyéronse los acordes de una guitarra. ¡Cuándo dejó de sonar la guitarra en una marcha de soldados españoles! Y una voz de timbre varonil, con acento del Mediodía, cantó: Como cosita propia te miraba yo, te miraba yo; pero quererte como te quería, eso se acabó, eso se acabó.

Carlos besaba el rizo de oro igual a los suyos, y contemplaba gravemente las facciones finas y delicadas de la que él llamaba su «mamaíta» con un dejo de protección varonil que se desarrollaba con la edad, como si adivinase en ella un ser débil y tímido a quien consolar y defender.

Palabra del Dia

rigoleto

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