Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de mayo de 2025
Detuviéronse en cierta calle, tan solitaria como sucia, frente a una casa de pobre apariencia con tosco corredor de madera. Pablito miró a todos lados por precaución, y dejó escapar un silbido suave y prolongado con la maestría que le caracterizaba en este ramo del saber humano. Después dijo mirando con inquietud al farol que ardía unos cincuenta pasos más allá: ¡Si pudiéramos apagar ese farol!
Y aquella humilde procesión, bajo la media luz del ocaso, en una región tan oculta por la serranía abrupta, parecía brotar como tosco misticismo de la naturaleza misma del paraje, dulce, pacífico, triste. ¿Comprendió Muñoz aquellas emociones? Sólo le oyó algunos comentarios demasiado semejantes a reflexiones que ella había leído alguna vez.
Les dijimos que éramos de Londres, y que las casas de portazgos, por su relación con el antiguo medio de locomoción en lo pasado, siempre nos encantaban. Sí, eran días muy agitados aquéllos dijo en una voz más bien fina para aquel aspecto tan tosco.
De cerca parece tan grande, tan robusto, tan anguloso, tan tosco, que pierde un ciento por ciento. Cuando no está sentado a la mesa, siempre le tengo al lado, dentro o fuera de casa; cuando mi criado le dice que he salido, responde que me aguardará; y al entrar él por la puerta, salgo yo por la ventana.
Está en la Modelo; tú fíjate bien, Isidro; ¡un hijo mío en la Modelo!... Yo, que soy su padre, podré parecer tosco y pasar por ignorante, pero allí donde he estado nadie ha tenido que decir de mi, y los jefes me citaban como modelo de honradez.
La acequia que le daba movimiento caía partida en tres, de ocho a diez pies de altura, por unas canales de madera toscamente labradas, negras por la humedad y apuntando a las aspas, que al girar levantaban remolinos de espuma y tapaban casi por entero las aberturas en medio punto por donde el agua penetraba. Dentro todo era tosco también como fuera.
Toda la gracia y ligereza de su espíritu habían desaparecido á influjos de esta funesta letra, dejando solamente algo ostensiblemente rudo y tosco, que habría podido hasta ser repulsivo para sus amigas ó compañeras, á haberlas tenido. Los atractivos físicos de su persona habían experimentado un cambio igual; quizá debido en parte á la seriedad de su traje, y en parte á la sequedad de sus maneras.
Al paso que rellenaba la maleta, razonaba para consigo: «¿Señor, Señor, por qué ha de haber tanta maldad y tanta estupidez en la tierra? ¿Por qué el hombre ha de dejar que lo pesque el diablo con tan tosco anzuelo y cebo tan ruin? Llegaba aquí del soliloquio cuando trataba sin éxito de acomodar el sombrero de canal de modo que la cubierta de la maleta no lo abollase.
Pero con frecuencia me mostraba brusco y chabacano; juraba y echaba pestes en torno de ella sin acordarme de que me bastaba alzar la voz para hacerla estremecer y que el menor pliegue que arrugaba mi frente, la hacía palidecer. ¡Ve ahí, delante de nosotros, ese cuerpo que no tiene más que el aliento, y mírame a mí, gigante rudo y tosco!
Luego pasamos el hondo río Jaranda, por el tosco, sabio y gracioso Puente de la Calva, y principiamos la ascensión á Jaraiz, risueña y populosa villa, por cuyos arrabales desfilamos á eso de las ocho. Estábamos á una legua de Yuste. Esta legua recorre un país abrupto, selvático, atroz; pero pintoresco á sumo grado.
Palabra del Dia
Otros Mirando