Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de junio de 2025
Una de ellas no pudiendo contenerse al cabo le dijo tímidamente: Demetria, si no te incomoda, has de ponerte luego para que la veamos la cola de terciopelo... Nosotras te la llevaremos en lugar de los pajes. Demetria la miró estupefacta y soltando una gran carcajada se abrazó á ella besándola. Rapto de Demetria. Naturalmente la noticia llegó al instante hasta Entralgo.
¿Adonde vamos? preguntó distraídamente Castro al llegar a las cuatro calles. Hombre, ¿no habíamos quedado en casar por casa de Calderón? dijo tímidamente y un poco despechado Ramoncito. ¡Ah! sí; se me había olvidado. El joven concejal suardó silencio, admirando en su fuero interno aquella singular facultad de olvidarlo todo, que poseía su amigo.
Bien: dijo ¡asunto arreglado! Usted me perdonará... ¡estamos de viaje!... ¿Gusta usted de almorzar? Y se levantó y me condujo a la puerta. En esos momentos apareció la señorita. ¡Papá! Sonrojóse al verme, y murmuró tímidamente: Usted dispense.... ¿Qué quieres, Gabriela? le preguntó el caballero. ¿A qué hora hemos de salir? Después de comer... a menos que tú quieras salir más tarde....
Estaba irrascible, irritable, convulsa como una fiera herida; la silla tiritaba bajo el peso de sus muslos pletóricos y su marido volvía a agitarse acariciando tímidamente el recuerdo favorito del tratamiento del doctor Brown. No valen todas ellas el disgusto que me han dado, ¡perras viejas caches! exclamaba con una voz tosida y un poco gangosa.
Vamos á probarlos concluyó diciendo y nos refrescaremos la boca... A ver, Solita, hija, haz el favor de subir y traérnoslos. No tengo gana respondió secamente ésta. Velázquez quedó suspenso y acortado. Vamos, querida manifestó tímidamente, es cuestión de un instante... Los tienes á la puerta misma del comedor, en un cesto... Es que no tengo ganas de subir escaleras ahora.
Cuando llegaron a lo más hondo de la playa, donde los peñascos se erguían solitarios, y el ruido del mar ensordecía y espantaba, y ya no se escuchaba la algazara de los niños ni se descubría rastro alguno de hombres, volvióse Tapón lleno de zozobra y miró a su compañero tímidamente; mas este, empujándole hacia adelante, le dijo: ¡Anda!... ¿Tienes miedo?...
María sonrió con satisfacción, y después de una pausa preguntó tímidamente: ¿Y si te pidiese el honor..., o lo que vosotros los hombres entendéis por honor?... añadió corrigiéndose. Ricardo se puso levemente pálido y tardó algún tiempo en contestar.
Hubo un murmullo de aprobación en el gabinete. El profesor de flauta apuntó tímidamente que, en efecto, él conocía la opinión de D.ª Fredesvinda hacía ya mucho tiempo.
Dos grandes lágrimas se desprendieron de sus ojos, mientras murmuraba tímidamente: ¡He rezado tanto!... ¡He llorado tanto!... ¡Es verdad!... ¡Pero ha mentido tanto!... ¡Ha rodado tanto!... Dios puede hacer un milagro... Y el hombre puede hacerlo inútil. Yo espero que no... Yo temo que sí. ¿Pero a ti quién te lo dice?... ¿Y a ti quién te lo asegura?
Yo no creo poseer las condiciones que usted me supone, señora marquesa; pero en fin, soy hombre de números, hombre de orden, y tal vez podré hacer buenos negocios, lo mismo que los hacen otros... ¿Cómo no? Hubo un largo silencio, y el oficinista, que se mostraba inquieto por lo que iba á decir, balbuceó al fin tímidamente: Usted podría venir conmigo á Europa... para aconsejarme.
Palabra del Dia
Otros Mirando