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Las mujeres administran bien, su gobierno es el de una buena dueña de casa que toma con exactitud la cuenta á su cocinera. Las gentes tal vez comen mejor y viven más tranquilas que en otras épocas; ya no hay guerras.... Estamos de acuerdo. Pero el mundo se aburre de un modo mortal. No ocurre nada, nadie sueña, nadie aspira á cosas imposibles, nadie comete imprudencias.

¿Qué dice usted que no le entiendo? contestó Petra desde el patio. Digo que ayer me retiré yo de la huerta cerca del obscurecer, que dejé allá dentro unas semillas envueltas en un papel... y ahora me encuentro la simiente revuelta con la tierra en el suelo, y sobre una butaca este guante de canónigo.... ¿Quién ha estado aquí de noche? ¡De noche! Usted sueña, D. Tomás. ¡Ira de Dios!

33 Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca; y el que recio se suena las narices, sacará sangre; y el que provoca la ira, causará contienda. 1 Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre. 2 ¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos? 5 No sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los hijos afligidos.

Y los trinos alegres se mezclan a este estrépito y sacan a Azorín de su sueño. Todo está aún en silencio. La calle reposa. Y de pronto suena una campana dulce y aguda: en el umbral de una puerta aparece una vieja vestida de negro con una sillita en la mano. El cielo está azul; en lo hondo, las palmeras del huerto destacan sus ramas péndulas; detrás aparecen los senos redondos de la colina yerma.

Como suena, y si no, fíjate en la forma con que el maquinista que nos lleva contestó a mi saludo cuando le pregunté: «¿cómo le va, amigo?»... «Bien, por lo conforme» me dijo. ¡No veo motivo para maravillarse por eso!

A Gutiérrez González no se discute, y es una grave impresión de respeto por ese hombre la que siente el extranjero al contemplar la adoración serena de un pueblo por el intérprete armónico de sus cosas más íntimas... Así recitaba la Francia las primeras meditaciones de Lamartine; así suena aún en los hogares de Escocia el eco tierno de Burns... Nacido en tierra americana, respirando la atmósfera de nuestra época, enfermo de las mismas nostalgias mortales que sombrean el espíritu de casi todos nuestros poetas, cantando en nuestra lengua... ¿en qué puede fundarse un colombiano para sotenernos que, sólo para ellos, Gutiérrez González es un gran poeta? ¿En qué se fundaba la generación anterior a la nuestra para encontrar las imprecaciones de Mármol contra Rosas, dignas de Juvenal o de Hugo, o para extasiarse ante las laboriosas estrofas de Indarte?

Bien es verdad que sentí que pasaba por la región del aire, y aun que tocaba a la del fuego; pero que pasásemos de allí no lo puedo creer, pues, estando la región del fuego entre el cielo de la luna y la última región del aire, no podíamos llegar al cielo donde están las siete cabrillas que Sancho dice, sin abrasarnos; y, pues no nos asuramos, o Sancho miente o Sancho sueña.

Y otra: lo que una sueña, ¿qué es? Pues cosas verdaderas de otro mundo, que se vienen a este... Todo puede ser, todo puede ser... Pero yo, qué quieres que te diga, dudo mucho que le den a una tanto dinero, sin más ni más. Que para socorrer a los pobres, un suponer, se quite a los ricos medio millón, o la mitad de medio millón, pase; pero tantas, tantismas talegas para nosotros... no, esa no cuela.

Pero hasta allí lo persiguen el bullicio y la música. En las barracas de tiro chocan las flechas de las ballestas; delante de las rifas suena la voz ronca de los rifadores anunciando la jugada; y los caballitos de madera, que giran con ruido ensordecedor, iluminan la obscuridad con su brillo fugitivo. Y, por entre todo eso, ruedan las sombras de la multitud.

Tímido como el niño adolescente, te persigo doquier; y hallarte espero, cual el que sueña dichas y dormido á mismo se guarda el dulce sueño, temiendo, al despertar, todo el encanto de su delirio contemplar deshecho. ¿Quién eres? ¿Quién á te ha conducido? ¿Acaso el ánsia de carnal deseo? ¡Ay de ! No lo , que áun no te he hablado; áun si mientes ignoro... y ya lo temo.