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Actualizado: 15 de junio de 2025
Siguió adversa la suerte, y entretanto, llegó el plazo fijado por don Raimundo; no hubo más remedio que impetrar del viejo la salvación.
El día en que le escribieron a la duquesa de La Tour de Embleuse, para comunicarle la salvación de su hija, cada uno quiso ponerle algo en la carta a la venturosa madre, y la pluma fue pasando de mano en mano. Esta carta llegó a París el 22 de septiembre, dos días después del eclipse del anciano duque.
Delante de la cruz pendía un farol, siempre encendido; y la cruz, emblema de salvación, servía de faro a los marineros; como si el Señor hubiera querido hacer palpables sus parábolas a aquellos sencillos campesinos, del mismo modo que se hace diariamente palpable a los hombres de fe robusta y sumisa, dignos de aquella gracia.
Si embargo, como la madre repetía sus inyecciones con una frecuencia terrible para ahogar los dolores de su riñón que la morfina concluía de matar, Nébel se decidió a intentar la salvación de aquella desgraciada, sustrayéndole la droga. ¡Octavio! ¡me va a matar! clamó ella con ronca súplica. ¡Mi hijo Octavio! ¡no podría vivir un día! ¡Es que no vivirá dos horas si le dejo eso! cortó Nébel.
»¡Escúcheme dijo a mi esposo; escúcheme en nombre de la salvación de su alma! »E inclinando su cabeza al oído del Conde, le dijo algunas palabras que no pudimos entender. »Durante este tiempo el magistrado se acercó lentamente, aunque guardando una respetuosa distancia.
Míster Morlando Jee vive todavía; pero frío como el granizo y sin esperanza de salvación. El desgraciado murió á la noche siguiente. El ferrocarril de Castillejo á Toledo acaba de ser inaugurado, lo cual significa en sustancia que la vetusta ciudad imperial se encuentra ya á las puertas de Madrid.
Preocupados solo de su salvación, el deán y Molina no se habían mirado en el camino, pero al detenerse cerca del Santo se contemplaron mutuamente exclamando de mala manera al mismo tiempo: ¿Usted por aquí? Encontrarse y comenzar a reñir, todo fue uno.
Sabel, sí, señor, anda en eso.... Con el gaitero de Naya, el Gallo.... Por de contado se empeña en irse para su casa, así que les echen las bendiciones.... Sintió Julián un sofocón de pura alegría. No pudo menos de pensar que en todo aquel negocio de Sabel andaba visiblemente la mano de la Providencia. ¡Sabel casada, alejada de allí; el peligro conjurado; las cosas en orden, la salvación segura!
En cuanto una joven se arrodillaba a sus pies para confesarse, se creía en el caso de insinuarle que el mundo estaba corrompido, que no había por dónde cogerle, el condenarse facilísimo, el amor terrenal una inmundicia, los mismos afectos de hija y de hermana despreciables, el tiempo para merecer la salvación muy limitado.
Este diabólico agente tenía el permiso divino de gozar por algún tiempo de la intimidad del joven eclesiástico, y de conspirar contra la salvación de su alma; aunque ningún hombre sensato podía dudar por un momento de qué lado quedaría la victoria.
Palabra del Dia
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