Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de junio de 2025


La procesión se organizaba; San Julián había descendido del altar mayor; la cruz y los estandartes oscilaban sobre el remolino de gentes amontonadas ya en la estrecha nave, y los mozos, vestidos de fiesta, con su pañuelo de seda en la cabeza en forma de burelete, se ofrecían a llevar las insignias sacras.

El confesor del nuevo sacerdote le prohibía ocuparse en tan poco edificante menester, y en las cartas se refleja la angustia de Lope al tener que dejar de servir a su protector, aunque no fuera más que en tales asuntos, por la escrupulosidad de conducta moral que le imponía su nuevo estado. Aquel otoño 1614 publicó sus Rimas sacras, dedicadas a su confesor.

No, Señor; que yo nací De esa parte de Granada, Y á servir en ella vine; Que cuando los padres faltan 840 En tierna edad á los pobres, No tienen otra esperanza. No se cansó mi fortuna, Pues cuando contenta estaba Del buen dueño que tenía, 845 Persona de órdenes sacras, Le llevó también la muerte, Que para mayor mudanza Me dió ocasión, como veis. Y ¿dónde vais? DO

Y casi al tiempo mismo advirtió otra cosa, que le cuajó la sangre de horror: en las muñecas de la señora de Moscoso se percibía una señal circular, amoratada, oscura.... Con lucidez repentina, el capellán retrocedió dos años, escuchó de nuevo los quejidos de una mujer maltratada a culatazos, recordó la cocina, el hombre furioso.... Completamente fuera de , dejó caer las sacras y tomó las manos de Nucha para convencerse de que, en efecto, existía la siniestra señal....

Hacía estas protestas esgrimiendo un paño untado de tiza contra las sacras, cuyo cerco de metal limpiaba con denuedo, sin mirarlo. Alzó Nucha los ojos, y en ellos lució un rayo instantáneo, un impulso de gritar, de quejarse, de pedir auxilio.... Al punto se apagó la llamarada, y encogiéndose de hombros levemente, la señorita repitió: No tengo nada, Julián.

Al empujar la puerta vieron al joven revolcándose por el suelo y mesándose los cabellos mientras lanzaba imprecaciones y palabras incoherentes. Carlota quiso precipitarse a su socorro, pero la retuvo Miguel. ¡Silencio! le dijo al oído. No temas. Tu marido se halla en la hora negra del artista. Las sacras musas duermen o están ocupadas en este momento y no pueden atenderle.

Pero, así bramen vientos y se refosquen cielos, hacia estas islas sacras retornará sus vuelos, ¡como el ave que vuelve a su nidal de amor! Abril, 1920. Mujer, ¿te acuerdas? Con la sien caída, en tu palor marmóreo de azucena, desleías, como un alma buena, todo el rosal de una ilusión perdida. Aquella tarde fué.

Este que la coluna nueva empieza, Con estos dos que con su ser convienen, Nombrarlos, aun lo tengo por baxeza. MIGUEL CEJUDO, y MIGUEL SANCHEZ vienen Juntos aqui, ó par sin par! en estos Las sacras musas fuerte amparo tienen. Que en los pies de sus versos bien cumpuestos, Llenos de erudicion rara y dotrina, Al ir al grave caso serán prestos.

En mis manos tiene un brillo de relámpago y en mi pecho enciende redentor afán, y en su empuñadura, cuando ya la cojo, siento el loco empuje de una tempestad. Ya están en mis manos las dos sacras hoces que el herrero anónimo para forjó: la de hierro duro, que es mi fortaleza, y la de oro fino, que es mi ensoñación.

La felicidad doméstica, tan tardíamente apreciada por el poeta, no debía durar: en el verano u otoño de 1612 murió el niño Carlos Félix, inspirando este doloroso suceso al atribulado padre una bellísima poesía, que se encuentra entre las Rimas sacras, y un año después, en agosto de 1613, falleció doña Juana, enferma desde mucho tiempo antes, a poco de dar a luz a Feliciana, única hija legítima que había de sobrevivir a su padre.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando