Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Las nubes pesan amontonadas sobre las colinas que cierran el horizonte por el Norte, y ocultan las altas montañas de Lorrín que se extienden como una cortina lejana por el Oeste. Han caído fuertes chubascos que convirtieron en laguna la parte baja de la ciudad y en lodazales las carreteras que de ella parten.
En seguida lo sacan á tierra tirando del lazo. Esta caza es sumamente peligrosa, y raro es el año en que no ocasione algunas muertes. Todas las esculturas de la antigua iglesia de los Jesuitas se conservan amontonadas en un galpon.
Figúrese lo que serían aquellos buques pequeños con las tripulaciones amontonadas y la madera corroída por toda clase de bichos repugnantes... Como al llegar a la línea el calor hacía que los marineros anduviesen medio desnudos y aprovechasen las largas calmas dándose baños, esta higiene momentánea exterminaba los temibles compañeros, justificando la creencia de que morían por falta de aclimatación al pasar de un hemisferio a otro.
Febrer, ante este insulto, tembló, guardándose el revólver en la faja. ¡Su madre, su pobre madre, pálida, enferma, dulce como una santa, resucitando con el más infamante de los insultos en la boca de aquel presidiario!... Anduvo instintivamente hacia la puerta, tropezando a los pocos pasos con la mesa y las sillas amontonadas.
El marqués indicó con un ademán que no tenía dinero, mostrándole después las cartas de los acreedores amontonadas en la bandeja de plata. Volvió á sonreir ella; pero ahora su sonrisa fué cruel.
El umbral aparece cubierto por el agua que se esparce en raudal sobre las piedras amontonadas; pero saltando de uno á otro saliente de las rocas ó sobre las piedras que el agua no llega á cubrir, se puede penetrar en la gruta y seguir junto á la corriente, una estrecha y resbaladiza cornisa por la cual se puede ascender, no sin peligro.
El tumulto y el espanto llegaron a su límite, una multitud de personas estaban amontonadas las unas sobre las otras, y sobre todo aquellas que soportaban un peso tan enorme, lanzaban gritos lamentables y se encomendaban al santo de su nombre.
Habiendo en tiempo de Isabel, encontrado ó creído encontrar algunos buscadores de oro unas cuantas partículas de este metal en la Groenlandia, explotaron la antigua leyenda del Norte, el tesoro escondido bajo el polo, las grandes cantidades de oro amontonadas y guardadas por los gnomos, etc., y se exaltaron las imaginaciones.
Los días siguientes me reporté más aún y tuve la dicha de ver que tornaba a merecer la confianza de Magdalena y llegué a tranquilizarme por completo. Pasé los últimos momentos ocupado en reunir y poner en orden, para lo futuro, todas las emociones tan confusamente amontonadas en mi memoria. Fue como si compusiera un cuadro poniendo en él todo lo mejor y menos perecedero que en ellas había.
Ellos eran los que habían rodado, como astutos constructores, las piedras amontonadas en el suelo, formando baluartes, á cuyo abrigo se disimulaban para caer sobre sus víctimas.
Palabra del Dia
Otros Mirando